A día de hoy son muchas las personas que cuentan en su haber con un producto para realizar fotografías. Ya sea una cámara compacta, Réflex o incluso la cámara de nuestro móvil, que día a día adquieren más calidad, es inevitable encontrar a gran multitud de usuarios tratando de conseguir el mejor recuerdo posible de ese lugar o esa escena favorita.
Y aunque es cierto que el propio producto que empleemos condiciona nuestras capturas, no es menos cierto que solo con una buena cámara es suficiente, necesitaremos además una buena técnica y algunos pequeños trucos que pueden hacer de nosotros unos fotógrafos mucho más productivos.
Así por ejemplo, uno de los primeros consejos que deberemos tener en cuenta en cualquier fotografía a realizar será la luz. Es sumamente necesario percatarnos de en qué entorno estamos, qué nivel de luz o de sombra tiene el objeto o el paisaje a fotografiar, si sería necesario hacer uso del flash o nos es suficiente con la luz natural. Podríamos pensar que cuanta más luz tengamos mejor que mejor, pero debemos tener mucho cuidado con la cantidad de luz que entra en nuestra captura, pues podemos conseguir que nuestra fotografía acabe “quemada” o con un exceso de brillo no agradable a la vista. Hay dos momentos en el día muy propicios para realizar fotografías ya sea por la luz o por el tipo de “fondo” que podremos dar a nuestras imágenes: el amanecer y el atardecer.
El nivel de exposición o la ISO son dos parámetros con los que nos deberíamos familiarizar, ya que habiendo hecho mención de la importancia de la luz, es posible controlar este apartado mediante algunos ajustes de nuestra cámara justo antes de realizar la fotografía. Es muy posible que si va a ser nuestra primer vez con una cámara “decente”, los diferentes parámetros y ajustes nos abrumen, pero nada que con la práctica no podamos manejar y orientar a nuestro favor.
El siguiente truco quizás os resulte algo “secundario”, pero puedo aseguraros que al igual que es necesario leer muchos artículos y textos de otros medios para aprender y extraer nuevas ideas, igual de necesario es el hecho de ver las imágenes de otros fotógrafos, profesionales o novatos, y los diferentes enfoques y técnicas que pueden emplear, así como la diversidad de planos. No por nada surgen redes sociales del calibre de Pinterest, Flickr o 500px, y es que el contenido en imágenes es uno de los más consumidos y más llamativos de la actualidad.
Contar con una buena cámara de inicio es fundamental, pero también es importante saber hacerse con algunos complementos igual de relevantes. Un trípode o diferentes objetivos pueden ser herramientas muy inmediatas que hagan de nuestras fotografías auténticas obras de arte. Por ejemplo, tomar diferentes imágenes de un mismo objeto con un objetivo de diferentes distancias focales puede darle una profundidad y variedad notable a todo aquello que queramos capturar.
Para terminar, deberíamos dejar de lado algo tan común y que todos hemos hecho en algún momento como es eliminar las imágenes según las vamos realizando. No perdemos nada por mantenerlas y visionarlas después en un entorno mucho más preciso y adecuado como es la edición en nuestro ordenador, hay muchas veces que en el propio momento no apreciamos una cualidad de una fotografía porque la pantalla de nuestra cámara no es todo lo buena o amplia como idealmente debería ser. El momento de la captura es trascendental, nadie lo duda, pero tan importante como ello puede ser la edición de nuestras fotografías, apostando por colores más vivos en algunas de ellas o todo lo contrario, así como aportando un mayor sombreado o mayor luminosidad según el enfoque que queramos darle en cada momento.
Los buenos fotógrafos saben sacarle casi tanto partido a editar e imprimir como al de hacer las fotos. Por eso hay que contar con el equipo de impresión apropiado, que podemos disponer en casa con impresoras y multifuncionales que puedes encontrar por ejemplo en la tienda online de Staples. Tienes mucha variedad de opciones, pero algo a recordar si estás empezando es que no siempre necesitas los sistemas más potentes o avanzados, se pueden obtener buenos resultados con equipos más económicos.
Es posible que a día de hoy nos hayamos olvidado de cómo contemplábamos antes las fotografías. Las pantallas han tomado las riendas de nuestros hogares y ocupamos menos tiempo en obtener la fotografía “físicamente”, pero no por ello podemos olvidarnos de un buen sistema de impresión de nuestras capturas. Ya sea para regalar con un bonito marco de fotos o un mural a un conocido o familiar son siempre un regalo perfecto en fechas tan próximas a las navidades.
Y paciencia, mucha paciencia. Esperar a conseguir la imagen “destacada” a la primera de cambio sería totalmente ingenuo, muy pocas veces eso de quitar el protector del objetivo, encender la cámara, centrar el objeto y pulsar el botón nos ha llevado o llevará a la mejor toma que podremos sacar. No esperes ser un buen fotógrafo de buenas a primeras, como cualquier proceso en el que se empiece, deberemos ser pacientes, apuntar los errores que vamos cometiendo y evitándolos en cada una de las nuevas capturas que hagamos. Con estos pequeños trucos es el momento de empezar a poner las piedras en el buen camino, una cámara a tu medida, ganas de mejorar y aprender siempre de los mejores.
¿Y tú, te consideras ya un buen fotógrafo?
