Hace tiempo hablamos de que las personas inteligentes suelen beber alcohol, pero… ¿cómo empezaron los seres humanos a consumirlo? Es necesario que nuestro sistema digestivo sea capaz de procesar el etanol. Este cambio no ocurrió de forma reciente, y tiene que haber un motivo evolutivo que lo justifique. Es decir, los seres humanos ya estábamos preparados para digerir el alcohol mucho antes de que fuéramos capaces de preparar hasta el licor más rudimentario. El origen de esta capacidad resulta bastante sorprendente: ni más ni menos que las frutas podridas que caen de los árboles.
Leemos en NBC News que, hace 10 millones de años, los antecesores de los hombres modernos empezaron a abandonar las ramas de los árboles y a caminar por el suelo. Eso suponía que muchas veces las frutas las recogían una vez habían caído, y ya estaban bastante maduras, o más bien podridas. Era necesario aprovechar esa fruta fermentada, y para ello fue clave una mutación que tuvo lugar hace 10 millones de años, según un trabajo dirigido por Matthew A. Carrigan y otros investigadores estadounidenses. Poder comer estos alimentos en mal estado supuso una ventaja evolutiva que hizo que la mutación se fuera transmitiendo hasta la actualidad, y que permite que podamos beber alcohol.
Hace tiempo hablamos de que la comida podrida sabe mal porque los microorganismos que viven en ella no quieres que la tomemos, pero en determinadas circunstancias la fruta pasada puede representar un recurso muy útil. Si hoy te puede beber litros y litros de cerveza es gracias a esta mutación, de lo contrario, seguramente los seres humanos no seríamos capaces de procesar cantidades tan grandes de alcohol. Sin duda, esta investigación es interesante para conocer mejor nuestros orígenes. Está claro que la naturaleza no nos ofrece las borracheras sin una buena razón.
¿Qué opinas de este tema? ¿Te parece una curiosidad interesante, o más bien una chorrada que no aporta nada?
Imagen | Alexandre Normand
