Smartphones y cámaras: Saber donde invertir nuestro dinero

Desde la presentación del primer iPhone en 2007, empezó toda una revolución con el objetivo de intentar unir en un solo dispositivo de dimensiones reducidas todos los aparatos electrónicos que usábamos. Radio, cámara de fotos, reproductor de MP3, mensajería instantánea, entre otros, pasaron de necesitar una bolsa si queríamos llevarlos encima, a integrarse en un dispositivo con cabida en el bolsillo del pantalón.

La mayoría de los dispositivos mencionados anteriormente, son fácilmente substituibles por un smartphone, pero surge una duda constante en referencia a la cámara de fotos: ¿Puede un smartphone replicar a una cámara? Desde que llevamos un móvil en nuestro bolsillo, la cantidad de fotos que podemos hacer durante un día con él es inmensa. Hay que tener en cuenta que al principio de salir, las primeras cámaras digitales, supusieron una revolución frente a las de carrete ya sea por la cantidad de fotos que se podían almacenar o por la posibilidad de verlas sin tener que pasar por un estudio de revelado. Igual que con las cámaras, lo mismo pasa con los smartphones, en el gráfico siguiente se puede ver la evolución de la producción de cámaras:

Es muy curioso comentar que, de manera general, la producción de cámaras ha ido aumentando desde sus inicios, pero a partir de 2010, este dato empezó a descender. Hay multitud de pruebas que demuestran que las ventas de smartphones llevan aumentando sin parar desde 2008. Gracias a esta información, tenemos más que suficiente para afirmar que los smartphones están robando la cuota de mercado de las cámaras digitales.

Otro dato a tener en mente es el auge de las cámaras mirrorless (sin espejo de objetivos intercambiables) y D-SLR (Digital single-lens reflex), las primeras un poco por encima de las compactas digitales y las últimas encaradas a un público más profesional. Está claro que el público que posee este tipo de cámaras, no las va a sustituir por las de un móvil, ya que la calidad no es comparable. En todo caso se va a utilizar la cámara de nuestro móvil para fotografías de tipo más casual como complemento cuando no sea necesario contar con un dispositivo de calidad profesional.

Visto esto, todavía no queda muy claro qué ofrece un smartphone sobre una cámara y viceversa. Lo que está claro es que los smartphones están canibalizando las ventas de cámaras compactas digitales, pero ¿Es esto una decisión acertada?¿Deberíamos invertir nuestro dinero en un teléfono mejor o en una cámara? A continuación voy a detallar algunas ventajas e inconvenientes de usar smartphone respecto cámara:

Ventajas

Comodidad

Al ser un aparato que se lleva siempre en el bolsillo, se pueden hacer fotos siempre que se quiera. Se trata de un dispositivo que el usuario lleva en el bolsillo la mayoría de veces. Por esta razón, en un momento determinado dónde nos encontremos con una situación que valga la pena fotografiar, las probabilidades de llevar el móvil en vez de la cámara serán más altas, ya que no hay que pensar si se coge o se deja en casa.

Precio

Por el mismo precio que se paga por una cámara, un smartphone nos ofrece muchas más opciones, por ejemplo llamar, navegar por internet, escuchar música, etc. Es cierto que quizá no encontraremos un teléfono de 80 euros que nos ofrezca la misma calidad de imagen que una cámara de precio equivalente, pero sí que pagando un poco más podremos obtener todas las mejoras anteriores.

Compartir

En la sociedad actual donde todo lo que hacemos se comparte vía Facebook o Twitter, es mucho más práctico colgar una foto directamente desde tu smartphone que tener que descargar el álbum entero al ordenador para después compartirlo vía web. Además, el feedback que se recibe es instantáneo, así que recibimos los comentarios sobre una foto momentos después de haberla compartido entre nuestros círculos.

También existen muchas desventajas que pueden ser cruciales en el momento de decidir si se gasta un poco más en teléfono o bien se invierte ese dinero en una cámara.

Inconvenientes

Calidad

Es quizá el punto más importante a tener en cuenta. Las lentes utilizados en un smartphone siempre serán inferiores a los de una cámara. Aunque la cámara sea barata, las fotos serán mejores ya que ha sido diseñada especialmente para ello.

Zoom

Si queremos ampliar la imagen porque se ve desde lejos, hay que tener en cuenta que los smartphones poseen zoom digital, esto quiere decir que se amplía la imagen como si de una foto se tratase, por lo tanto la resolución de imagen se reduce. Por contra, las cámaras tienen zoom óptico, acercándose mediante las lentes del objetivo y obteniendo un acercamiento real, por lo que no se pierde calidad.

Flash

Si queremos realizar fotografía nocturna, hay que saber que el flash de las cámaras convencionales está mucho más optimizado que el de los smartphones. Esto se puede comprobar de una manera muy fácil con el reductor de ojos rojos ya incorporado de serie en las cámaras y ausente en el móvil, que necesita programas externos para poder detectarlo.

¿Qué se debe escoger?

En definitiva, para una persona a la que no le apasione la fotografía, pero a la que le guste tener sus experiencias y momentos con los suyos guardados, invertir algo más de dinero en un mejor teléfono es una buena opción, ya que va a disponer de una calidad de fotografía aceptable, de manera que va a servir tanto para compartir como para mantener el recuerdo. En Andro4all podemos leer una comparativa sobre las cámaras de los smartphones y así decidir cuál se adecua más a nuestra situación.

Si por el contrario lo que buscamos es obtener un poco más de calidad y poder experimentar con las diferentes opciones que nos puede ofrecer una cámara para así conseguir un acabado más trabajado, deberíamos invertir ese dinero en la compra de una cámara digital, pero particularmente creo que en un futuro cercano las digitales compactas desaparecerán y los smartphones van a tomar su relevo.

Lo que es cierto es que cada vez, mejores calidades de foto están llegando a los smartphones. El Nokia Lumia 1020 nos ofrece 41 megapíxeles y el Samsung Galaxy K Zoom incluye las lentes que lleva un a cámara, pero sin dejar de lado las funciones como smartphone. Se refuerza la teoría que cada vez más las empresas van a invertir en mejorar los sensores de los smartphones, generando que las cámaras compactas sean fácilmente substituibles por un móvil.

A modo de reflexión final, y dejando de lado el análisis de dónde invertir nuestro dinero, creo que estamos llegando a un punto donde no le damos tanta importancia a la fotografía como antes. Hace unos años, cuando se usaba carrete, el número de fotos que podíamos hacer estaba muy limitado y cualquier error humano podía echar a perder todas las fotos de un viaje. Actualmente, las veces que podemos llegar a repetir una captura son muchas y va en aumento, sobre todo ahora con la moda de los selfies, incluso cuando viajamos, queremos fotografiar todos los detalles posibles, porque espacio hay de sobra, sin pararnos a pensar que aquella foto quedará olvidada en cualquier carpeta de una memoria USB. Consumimos más fotos, pero estas son de menor calidad.