Durante los últimos años hemos visto como los ordenadores personales han ido bajando las ventas poco a poco, pese al posicionamiento de algunas marcas en ordenadores competitivos, muy portables y baratos, frente a las tabletas como dispositivos personales. Parecía que era algo bastante evidente, las tabletas prometían mucho, podíamos no solo navegar, leer noticias o consultar las redes sociales, sino que algunas hablaban de que podíamos hacer muchas más cosas con ellas, que eran el sustituto del ordenador personal. Esto ha cambiado y es que en los primeros meses de este 2015 y en los últimos del 2014, por primera vez en años, los ordenadores personales han subido ventas y las tabletas han bajado. ¿A qué se debe esto?
En un primer momento la gente se dejó convencer por ese “y muchas más cosas”, y la verdad es que poco a poco todos hemos visto como en nuestras casas las tabletas se introducían de una manera radical, tanto es así que algunos de mis familiares tienen tres tabletas en casa, siendo cuatro personas, sin embargo el ordenador es el mismo que el de hace diez años, y con el precio de las tres tabletas tenían un ordenador portátil de gama baja y una tableta sin ningún problema.
Parecía que el despegue de sistemas operativos como Android, Windows –con su penosa versión RT, no por mala sino por su falta de aplicaciones– y especialmente iOS, iban a traer muchas más cosas a nuestros pequeños dispositivos, esos que nos ofrecían la posibilidad de usarlos en el sofá, la cama, o en la cocina mientras cocinábamos sin mucho problema. Pero lo cierto es que las promesas de hace unos años están muy lejos de la realidad de este 2015, pocas tabletas de la actualidad permiten hacer más de lo que permitían sus primitivas hermanas, más rápido, sí, con mejores aplicaciones, sí, pero las funcionalidades adaptadas al 100% son prácticamente las mismas. Y las que lo permiten, son bastante caras.
Hemos dejado atrás la posibilidad de crear contenido para centrarnos únicamente en consumirlo, no es un problema, pero a veces uno tiene ganas de sacar su vena creativa y hacer un documento de texto, una tabla de datos o un montaje con el Paint, y eso en una tableta sigue siendo más complicado que en un ordenador personal por mucho que los fabricantes de tabletas se empeñen en decir que no. Es cierto que el salto de las aplicaciones de Microsoft, Adobe y algún desarrollador más estos últimos meses ha sido increíble, pero aún así siguen muy lejos de lo que un ordenador personal puede ofrecer.
Además de esta falta de aplicaciones para generar contenido hay otros “peros” para la no evolución de la venta de las tabletas de manera positiva, el precio que era el punto fuerte frente a un portátil de gama baja, incluso frente a un netbook, es ahora el gran lastre del sector, las tabletas de 60 euros que se vendían como churros son el peor amigo de un tipo de dispositivo que tiene muchas variantes. Desde estas tabletas de 60 euros que son muy cutres, hasta dispositivos como el iPad Mini Retina o la LG G Pad 8.3 hay bastantes euros, pero no tantos como para que la diferencia sea tan grande. En Android nos encontramos las peores del mercado, resoluciones bajas, pesos excesivos y experiencias de usuario nefastas, y eran las más vendidas porque por otro lado, son más baratas.
Estos últimos años Apple, Samsung, bq o Microsoft se han esforzado en ofrecer dispositivos mejores, pero esos que cuentan con la potencia suficiente para mover esas aplicaciones capaces de crear contenido son muy caras, en algunos casos están más cerca del precio de un portátil de gama media que del de una tableta de 60 euros, y eso para muchos usuarios no es factible, y ahí es donde los ordenadores personales, y en concreto los nuevos portátiles más ligeros, con más autonomía y con una experiencia de usuario muy superior a las tabletas, además de ser capaces de hacer lo mismo y mucho más, han despuntado.
Yo tengo mi tableta de 8 pulgadas con Android, para mí el mejor tamaño pero de eso ya hablaré en otro artículo, en la habitación para consumir multimedia, navegar y consultar las redes sociales, pero en el momento que quiero crear cualquier tipo de contenido, incluso un artículo de 300 palabras, tengo que recurrir al portátil y muy pocas veces a un netbook del 2012 que aún tengo por casa antes de conectar la tableta al teclado Bluetooth e intentar escribir algo, sin duda las tabletas nos sirven para mucho, pero no son ni de lejos lo que prometían hace unos años en el 99% de los casos, Microsoft Surface y algún otro modelo más aparte. Veremos que nos trae el futuro…
