Si hace unos días mi compañero Rubén Ulloa comenzaba con el repaso sobre sus tres series favoritas, hoy le toca a un servidor hacer lo propio. Para que conozcáis un poco mis gustos, os comento que lo que más me gusta son las series que tienen detrás algo de real. Y dentro de eso, las que narran hechos históricos –de cualquier época y de cualquier tipo– o algún acontecimiento importante, que al mismo tiempo que me entretienen, me sirven también para aprender muchísimo.
Me gustan mucho las series bélicas, las relacionadas con la mafia, y en general, las que se enfrascan en las relaciones humanas sin tapujos, y en los problemas sociales comunes, que por lo general tratamos de obviar, o nos hacen obviar, pero que están ahí. Por supuesto, tampoco le hago ascos a una buena comedia, y de vez en cuando también veo ciencia-ficción. Estas son mis tres series favoritas:
The Wire
Creo que The Wire (“Bajo escucha” en España) es un fiel reflejo de lo que digo en el párrafo anterior, quitando lo de la mafia, aunque ni mucho menos está falta de escenas de hostigamiento, corrupción y violencia. Y por supuesto, no falta la droga, la única verdadera protagonista de la serie, en una perfecta representación del trabajo policial –tanto bueno como malo– y del crimen organizado y desorganizado a partes iguales, presentes en el lugar que quiere mostrarnos. Al fin y al cabo, The Wire es una crítica al poder y al sistema, en la que los buenos tienen algunas cosas malas, y los malos tienen algunas cosas buenas.
No está basada exactamente en hechos reales, pero como si lo estuviese. Bajo la excusa de las intervenciones telefónicas judiciales –aprovechando las últimas novedades tecnológicas de la época– que lleva a cabo un equipo policial que al final termina siendo casi como una familia, cuenta la realidad de las calles de la ciudad de Baltimore (Maryland, EEUU). Es tan próxima a la vida real, que incluso en el reparto se encuentran muchas personas normales, de la calle, y es que nadie mejor que ellos para plasmar la cruda realidad. Podemos encontrar a lo largo de sus cinco temporadas desde ex-políticos hasta policías, e incluso un importante traficante de drogas arrestado en su momento, y ahora libre.
El resto del reparto de The Wire se completa con actores no demasiado conocidos –y esto está hecho a propósito–, destacando principalmente Michael Kenneth Williams, quien interpreta a Omar Little, y al que también hemos podido ver en la recientemente finalizada Boardwalk Empire, y en algún capítulo de otras series como Los Soprano o CSI. También podemos citar los nombres de Lance Reddick, Idris Elba o Seth Gilliam, quien actualmente hace de sacerdote en la serie The Walking Dead. Todos, desde el primero al último, hacen un trabajo estupendo.
La serie fue idea de David Simon –quien también creó la genial miniserie The Corner–, escritor y ex-periodista que ejercía en el Baltimore Sun, a quien sus vivencias e investigaciones en departamentos de homicidios le permitieron crear esta magnífica historia plagada de corrupción, crimen, justicia, injusticia, envidia, fracaso, orgullo, favores, amor, odio, dinero y droga, mucha droga. En definitiva, todo lo que se podía ver un día cualquiera en la Baltimore de hace una década. Necesitaría muchas más palabras para empezar a entrar en las profundidades de una serie tan densa como The Wire, así que os recomiendo que la veáis si todavía no lo habéis hecho, y si puede ser, en versión original.
Boardwalk Empire
Como segunda favorita me quedo con Boardwalk Empire. Es un drama que mezcla algunos de los puntos que más me atraen, mafia y hechos reales. La serie tiene como centro neurálgico la corrupta Atlantic City de la década de los 20, en plena ley seca impuesta en New Jersey, y eso da juego, mucho juego. Una obra maestra adaptada por Terence Winter, escritor de la magnífica Los Soprano, a partir del libro “Boardwalk Empire: The Birth, High Times, and Corruption of Atlantic City”. Merece la pena mencionar que Martin Scorsese también es partícipe como productor ejecutivo, y encargado de dirigir el capítulo piloto.
De Boardwalk Empire me quedo con todo, pero en especial con la increíble fidelidad con la que se reflejan tanto la época como los hechos ocurridos, y con la genial interpretación de Steve Buscemi , que da vida a Enoch “Nucky” Thompson, el protagonista, que está basado en Enoch “Nucky” Johnson, famoso político de Atlantic City entre los años 1910 y 1940, cuyo cargo de tesorero le dio vía libre para convertirse en el auténtico dueño de la ciudad y de un gran imperio, y en un verdadero gánster que cuando era necesario para el interés del negocio, dejaba a un lado los escrúpulos.
Durante sus 5 temporadas, se nos cuentan diversos hechos relacionados con el contrabando de alcohol, y también el de droga, que empezó a cobrar gran protagonismo tras la citada imposición de la ley seca. Asistimos además al crecimiento de un mafioso, desde que es un niño, hasta que se convierte en un verdadero capo, y aparecen personajes reales con gran importancia en la trama, como Joe Masseria, Johnny Torrio, Al Capone, o Lucky Luciano. En definitiva, un espectáculo que si te gustan los dramas de época y el mundo de la mafia, no te deberías perder.
Vikings
Por último, me tengo que quedar con Vikings (todavía en curso). A muchos les parecerá una locura, pero sinceramente, me tiene mucho más enganchado que Juego de Tronos (las comparo por poner un ejemplo, en realidad no tienen nada que ver). Evidentemente, la mayoría de las cosas que conocemos sobre los vikingos son meras leyendas, que para unos podrán ser ciertas, y para otras no. Sin embargo, me gusta conocer más de su cultura, quiénes eran, qué hacían, a dónde iban, sus costumbres, y Vikings lo explica con gran coherencia. Estoy seguro de que más de uno se llevaría una sorpresa si la ve.
El protagonista es Ragnar Lodbrok (Travis Fimmel), quien según los historiadores y las distintas leyendas, fue rey de Suecia y Dinamarca en el siglo IX. Según refleja la serie, Ragnar Lodbrok tenía un gran poder de liderazgo y una enorme ambición, lo que le llevó de ser un simple granjero, a ocupar el trono de un gran reino. Sus fieles lo seguían allá a donde fuera, y muchos incluso lo consideraban descendiente del dios Odín. Una de sus famosas ofensivas fue a París, datada en el 845, y también tuvo tiempo para hacer incursiones en Northumbria y en Inglaterra.
Las interpretaciones están a un nivel extraordinario, lo que hace una tarea casi imposible el no sumergirnos en la historia desde el primer minuto. Destacan, además de Travis, Katheryn Winnick, que hace de una de sus mujeres, Ladgerda, Clive Standen, interpretando a Rollo, hermano de Ragnar, y Gustaf Skarsgård, interpretando a Floki. La ambientación está muy lograda, pero no esperéis espectaculares efectos especiales. Hachas, espadas y arcos era lo que había en aquella época, y mantener esa esencia, bajo mi punto de vista, no hace más que aumentar el valor de Vikings.
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Como supongo que le pasará a todos mis compañeros, y a la mayoría de la gente que suele ver series, me ha costado mucho hacer este top 3. En el tintero dejo series que me han marcado tanto como Breaking Bad, Californication, Cómo conocí a vuestra madre o Spartacus, y también miniseries como The Pacific o Hermanos de Sangre, y creo que podría seguir durante unas líneas más.
Además, creo que acabaré modificando ese top en poco tiempo, pues estoy acabando de ver Los Soprano, y me cuesta no pensar en que es la mejor serie que he visto en mi vida. El problema es…¿cuál quito?