A día de hoy, prácticamente todos los móviles del mercado se alimentan mediante un puerto microUSB, exceptuando los iPhone, que usan un sistema propietario. Eso implica ciertas ventajas, como que podamos recuperar la batería del móvil en casa de un amigo aunque olvidemos el cargador, pero también que empecemos a acumular estos accesorios en los cajones de nuestra casa. Y es que, con el ritmo de renovación de los smartphones actuales, muchas veces cambiamos de terminal y el cargador sigue funcionando perfectamente.
No se trata de la primera vez que un móvil se vende sin ningún accesorio, y una marca tan importante como Xiaomi se plantea dejar de incluir cargadores por completo. En España tenemos un caso reciente, los últimos teléfonos de la familia bq Aquaris M sólo traen un cable microUSB en su caja, a pesar de que no resultan especialmente económicos. Así que es hora de valorar argumentos a favor y en contra de este delicado asunto:
¿Debería un dispositivo traer accesorios?
Uno suele pensar que, cuando compra un producto, debería incluir todo lo que necesite para funcionar. Por ejemplo, resulta impensable adquirir una lavadora y que no traiga el cable para enchufarla a la toma de corriente. Pero lo cierto es que este caso resulta muy distinto, porque casi nadie tiene un cable de lavadora en su casa, y no siguen un estándar. Hay accesorios que son imprescindibles pero, si la mayoría de la gente tiene cargadores de sobras en casa, ¿para qué incluirlos con cada móvil?
Ciertas personas piensan que tienen que venir “por si acaso” no tenemos uno, y que se debe cuidar la experiencia del cliente al máximo. Para ellos representa una falta de consideración que un smartphone no traiga un componente imprescindible, e incluso hay quien considera que las empresas prácticamente nos “roban” cuando deciden prescindir de este dispositivo. Por desgracia, no puedo estar más en desacuerdo con esta visión, que se centra en los deseos de los consumidores, pero olvida factores mucho más importantes.
Economía y ecología
El argumento económico es importante, ya que no tiene sentido incluir un cargador, que cuesta dinero, cuando todo el mundo ya suele tener uno. Con lo que se ahorra en esta pieza se puede mejorar el smartphone en alguna otra característica. ¿Y si el fabricante sencillamente gana más? Teniendo en cuenta lo competitivo que se ha vuelto el mercado de los teléfonos móviles inteligentes, no creo que ese sea el caso, ya que el precio representa un factor clave para destacar.
Por otro lado, a nadie se le escapa que la situación ambiental de nuestro planeta no es la óptima. Los recursos se agotan y la contaminación aumenta. En este contexto, supone una irresponsabilidad enorme fabricar cargadores que acabarán olvidados en un cajón o que irán a la basura. La verdad, esto si me parece un razonamiento de peso, y no la egoísta forma de pensar que considera que la satisfacción del cliente es lo primero.
La transición a USB Type-C
Lo cierto es que, a día de hoy, no tiene sentido incluir un cargador con cada smartphone vendido, pero eso va a cambiar en breve. Nosotros ya te hemos presentado los nuevos cables USB Type-C que tantas ventajas aportan, y está claro que los fabricantes los van a ir adoptando en los próximos meses. A eso hay que sumar que se están popularizando las tecnologías de carga rápida que necesitan accesorios específicos. Sin duda, novedades de importancia.
Así que, durante un tiempo, habría que olvidarse de la posibilidad de vender smartphones sin cargador. Sería aconsejable esperar a que el formato USB Type-C se popularice, quizá un par de años. Y, de paso, lo ideal es que los nuevos accesorios traigan un sistema de carga rápido. Ya de renovarlos, lo deseable sería optar por modelos actuales que no resulte necesario sustituir en poco tiempo. No es sencillo ni barato, pero es lo responsable.
Sin cargadores, por ley
Hace ya años que la consola portátil Nintendo 3DS se vende sin cargador, y eso no ha impedido su éxito. De todas formas, si los fabricantes no dejan de incluir cargadores en un tiempo prudencial, lo adecuado sería prohibir por ley que vengan en el paquete de venta. El capitalismo es imperfecto, y a veces un comportamiento beneficioso para las empresas y los clientes resulta pernicioso a nivel global. La legislación está precisamente para corregir este tipo de problemas.
Así que el tema de eliminar los cargadores de los paquetes de ventas es complicado. Estando USB Type-C tan cerca, no se trata del mejor momento. Ahora bien, unos años después de que se haga habitual estaríamos en el momento de actuar. Si no lo hacen los fabricantes, deberían ser los gobiernos los que obliguen a ello. Y, ya puestos a estandarizar, tampoco estaría de más que se consiguiese que Apple usase el mismo sistema que el resto de la industria, algo que tendría consecuencias muy positivas para los usuarios.
¿Qué opinas tú de este tema? ¿Crees que hay motivos de sobras para que los smartphones se vendan sin cargadores, o piensas que eso supondría un claro retroceso de derechos para los consumidores?