A medida que van pasando los años la comunidad cientÃfica sigue planteándose por dónde pasa el futuro de la humanidad. Todos sabemos que llegará un momento, aunque sea dentro de millones de años, en que nuestra galaxia dejará de existir a causa de la destrucción del sol, si es que no ocurre algo que acabe con ella antes. Aun asÃ, hay problemas a más corto plazo que seguramente nos obliguen a mirar hacia otros planetas antes de lo que pensamos.
Siendo directos, el ser humano está destruyendo el planeta Tierra a causa del efecto invernadero, descongelando las grandes formaciones de hielo y esto puede que acabe inundando una gran parte de las zonas habitadas de la tierra. Y por si no fuese poco, la contaminación en los océanos con toneladas de residuos que son tirados cada año no hacen más que agravar el problema.
Pero incluso suponiendo que este fuese un mundo perfecto, sin contaminación ni ningún tipo de acción humana que perjudique al planeta donde vivimos, hay un inconveniente que tarde o temprano acabará pasando factura, y es el espacio disponible y la cantidad de recursos. Algunas predicciones elevan la cifra a 15.800 millones de habitantes para el año 2050, y otras hasta los 10.000 millones (en el año 2014 habÃan 7.200 millones de personas sobre la Tierra).
¿Qué es la terraformación?
El término “Terraformar” hace referencia a un conjunto de hipotéticas medidas que deberÃan llevarse a cabo en un planeta, satélite natural, o cuerpo celeste, para conseguir recrear condiciones similares a la de la Tierra y permitir asà la vida de los seres humanos, consiguiendo una atmósfera y temperatura adecuadas, y la presencia de agua lÃquida.
Los cientÃficos de la NASA llevan años investigando si esto serÃa posible y cómo tendrÃa que hacerse, centrándose sobretodo en el planeta Marte, por su proximidad a la Tierra principalmente. De hecho, en 1993 Chris McKay y Robert M. Zubrin publicaron un documento titulado “Requisitos tecnológicos para Terraformar Marte” que tanteaba una serie de métodos que podrÃan ser utilizados para hacer Marte un planeta habitable.
Pero también reconocieron que no creen que sea algo que vaya a ocurrir a corto plazo, ya que hay muchas cosas que aprender antes sobre nuestro propio planeta, sobre cómo funcionan realmente y cómo se produce exactamente su proceso de evolución. Hay que asegurar suficiente conocimiento sobre nuestro propio planeta antes de lanzarnos a una aventura para modificar otros planetas.
¿Salvar al planeta o escapar de él?
La idea de terraformar, aunque cada vez está más presente en la comunidad cientÃfica, ha ido dando un giro hacia nuestro propio planeta. Porque, como decÃa antes, para poder realizar algo asà primero habrÃa que entender cómo funciona nuestro planeta, y en este proceso, ¿no serÃa posible también arreglar la Tierra al mismo tiempo que aprendemos sobre ella para la terraformación?
A principios de este año, Chris McKay, uno de los dos cientÃficos planetarios de la NASA que publicaron el documento que mencionaba anteriormente en 1993, protagonizó una conversación de chat sobre su trabajo buscando extremófilos, que son microorganismos capaces de sobrevivir en condiciones extremas, realmente diferentes a en las que viven la mayorÃa de seres vivos, como por ejemplo glaciares, ambientes con presiones muy altas, o sequedad absoluta. Se cree que un proceso de terraformación, estos microorganismos serÃan la clave para iniciar la cadena de vida en Marte mientras las condiciones del planeta estuviesen siendo alteradas.
Otro descubrimiento también importante, ha sido el hallazgo de rocas de nitrano y flúor en Marte, gracias a Curiosity. De nuevo, McKay estuvo en el grupo de autores que publicaron dicho descubrimiento, en el que sugerÃan que esta noticia serÃa de relevancia para un hipotético proceso de terraformación del planeta rojo. Eso, antes de descubrir este mismo año la presencia de gas de flúor, lo cual ayudarÃa en la creación de una atmósfera protectora.
Pero a más avanza la discusión, más se centran las miradas en nuestro propia planeta. Según palabras de McKay, “las discusiones sobre la geoingenierÃa en la Tierra han aumentado considerablemente”, y considera a esta una prima de la terraformación:
El hecho de calentar Marte, que es sobre lo que estamos hablando actualmente, es algo que ya hemos hecho en la Tierra. Al ver Marte como un reflejo de nuestro propio planeta candente, la idea de aplicar geoingenierÃa de forma radical sobre el mismo parece más alcanzable. La idea de hacer Marte habitable por acción intencionada abrió el camino a pensar acerca de cómo mantener la Tierra habitable por acción planetaria.
Puede que algún dÃa sea posible convertir a Marte en un planeta habitable para los seres humanos, pero también parece que actualmente los cientÃficos no están tan interesados en ello. Los esfuerzos parecen estar centrándose en salvar a nuestro planeta, aunque sin abandonar el otro campo de investigación, ya que ambas cosas pueden estudiarse perfectamente al mismo tiempo.
Por tanto, parece que al menos de momento, la pregunta no es si deberÃamos salvar nuestro planeta o terraformar uno nuevo. Más bien podrÃamos decir que primero hay que salvar nuestro planeta, aplicando técnicas de geoingenierÃa, para posteriormente pasar a estudiar todo lo aprendido y utilizado con el fin de descubrir cuál serÃa el mejor modo de aplicarlo a otros planetas. Terraformar Marte, sin abandonar la Tierra.