Todo el mundo sabe –gracias a la película de Steve Jobs, por supuesto– que años atrás, un señor llamado John Sculley se mudó desde Pepsi hasta Apple, llamado por el mismo Jobs. Éste hombre acabó haciéndose cargo de la compañía como director ejecutivo y expulsó a Jobs de la misma.
Pues bien, ahora es Sculley el que tiene grandes aspiraciones en el mundo de la telefonía móvil, pues se ha propuesto crear una nueva marca de terminales con unos ideales muy claros: llegar a mercados emergentes, como Europa del este, África o Asia, en los que la economía está un nivel por debajo de Europa o América. ¿Cómo hará ésto? Con terminales de gama media a precios competitivos.
Si bien es cierto que es una buena idea, y siempre se agradece la competencia en mercados de éste tipo –ya que el usuario final es el mayor beneficiado, al igual que pasa con las marcas chinas–, también es verdad que, con un leve análisis nos damos cuenta de que a simple vista, y con los modelos iniciales mostrados más abajo, ofrecen cosas que ya tenemos en otros terminales de marcas como Motorola, BQ, o Huawei. Luego esperemos que tengan algún factor diferencial que los haga destacar sobre los demás como espera Sculley. Por el momento nos quedamos con su aspecto físico y especificaciones:
Obi SF1, el buque insignia de la marca
Para el mayor de los hermanos Obi nos encontramos un diseño que le sonará familiar a muchos usuarios, y no precisamente de un solo sistema operativo. Nos encontramos unas líneas similares a los lumia de alta gama y al mismo tiempo al iPhone 6 gracias al canto inferior redondeado de aluminio y a las perforaciones del altavoz y micrófono, así como también al iPhone 5 por el cristal que sobresale de la pantalla –dentro del propio cuerpo rectangular, sí– con la forma del frontal de dicho terminal. Para más inri, ambos portarán una verisón personalizada de Android Lollipop. ¿El terminal coctelera?
Las especificaciones técnicas del SF1 son Snapdragon 615 para el procesador, ocho núcleos a 1.5 Ghz, pantalla de 5 pulgadas Full HD protegida por Gorilla Glass 4, batería de 3000 mAh y cámaras trasera y delantera de 13 y 5 megapíxeles respectivamente, con sensor Sony Exmor RS para la primera y flash LED para la segunda –y también detrás, lógicamente–. Contará con una versión de 32 Gb de almacenamiento y 3 Gb de memoria RAM por 249 dólares y otra de 16 Gb de almacenamiento y 2 de memoria RAM por 199 dólares. Almacenamiento ampliable por MicroSD.
Obi SJ1.5, el hermano no tan pequeño
En éste caso nos encontramos un diseño prácticamente calcado pero con unas líneas un poco más desenfadadas. Por su parte, el SJ1.5 alberga un procesador MediaTek de cuatro núcleos a 1.3 Ghz y cuenta con la misma dimensión de pantalla, aunque con la resolución reducida a HD 720p y Gorilla Glass 3, que junto a los mismos 3000 mAh de batería de seguro darán mayor autonomía. Las cámaras son de 8 megapíxeles, con focal f/2.2 y 5 megapíxeles detrás y delante, respectivamente
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Éstos son los terminales con los que John Sculley pretende cambiar el mundo de la telefonía. Personalmente pienso que no ofrecen algo muy novedoso que no se ofrezca ya, y que la verdadera diferencia es a los mercados a los que van dirigidos, que eso sí que es algo diferencial, pero la relación calidad-precio, al menos sobre el papel, no parece ser una locura, aunque sí está un pequeño escalón más barato que competidores directos con éstos componentes, sin meter marchas chinas, claro. ¿Qué os parecen a vosotros?