¿Por qué en Europa no se invierte en startups como en Estados Unidos?

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Startup inversión

La inversión en startups es algo que ayuda tanto a pequeños emprendedores que quieren empezar a montar su negocio como a inversores que quieren obtener rendimientos a partir de ello. Año tras año ha ido aumentando hasta conseguir unas cifras muy elevadas que nos pueden hacer pensar que estamos empezando a entrar en una burbuja en el sector tecnológico. Todos los inversores quieren parte del pastel de las grandes compañías que más beneficios aportan, es por ello que las cantidades invertidas son las más elevadas de la historia en la actualidad.

Todo esto supone una oportunidad estupenda para aquellos que deseen empezar un nuevo negocio, ya que si tenemos una buena idea podemos llevarnos una gran cantidad de dinero en financiación para poder adquirir las herramientas necesarias y que nuestro proyecto sea un éxito. No obstante, parece que en Europa no se están llevando a cabo demasiadas inversiones, la razón de esto se encuentra en diferentes motivos: por un lado a los inversores europeos no les va el riesgo, y por el otro, la burocracia necesaria para crear empresas supone una gran barrera de entrada a nuevas empresas.

Inversion

Aprender de los errores

A la gente le gusta tener su dinero seguro e invertirlo en aquellas opciones que retornen una cantidad de dinero aceptable. Lo que los inversores no quieren es tener la incertidumbre de que quizá el dinero que inviertan no lo van a volver a ver nunca más, por eso se decide invertir solo en aquellas empresas que tengan más reputación y sean más seguras. Ya hablé una vez sobre el riesgo en un artículo de startups de hardware, pero es algo que se puede aplicar a todas las empresas de una manera más general.

Muchos inversores optan por invertir su dinero en aquellas startups cuyo dueño ha fracasado en otros proyectos. Esto tiene mucho sentido, puesto que al crear un proyecto y que falle, podemos aprender muchas cosas para luego aplicarlas a otras empresas que decidamos crear. Aunque un inversor pierda el 100% de lo invertido en una empresa, puede recuperar el 300% si decide financiar después otro proyecto del mismo creador, siempre y cuando sea exitoso.

Así pues, esto es algo que deberíamos aprender de los estadounidenses. En Europa si tienes una empresa sin éxito, la gente te ve como un perdedor y se pasan las ganas de seguir intentándolo, pero en Estados Unidos todo el mundo te anima a que lo pruebes de nuevo y apliques los conocimientos aprendidos. Tendríamos más empresas y una economía más productiva si no nos diésemos por vencidos y lo intentáramos de nuevo tras fallar.

Startup Failure

Demasiado papeleo

Según un informe del World Bank, el tiempo medio para crear una empresa en Europa varía entre los 10 y los 40 días dependiendo del país en el que nos encontremos. Hay algunos que necesitan menos y otros que más, pero la mayoría de países europeos se encuentran en ese intervalo. En Estados Unidos tan solo se necesitan 6 días, y además el acceso al crédito es mucho más fácil que en Europa actualmente.

En Europa tenemos un valor añadido que en otros lugares no, pero que lo estamos desaprovechando de una manera que da hasta vergüenza. Los ciudadanos de la Unión Europea podemos viajar tranquilamente por los países que hay dentro de ella sin ningún problema, y además vivir en ellos y crear empresas. En otros países del mundo no se tiene esta suerte, pero nosotros podríamos tener una gran multiculturalidad de empresas divididas en distintos hubs de Europa.

Actualmente ya hay algunos centros de innovación como Berlín, Bacelona o Amsterdam, pero lo que falta es conexión entre ellos. Si pudiéramos tener ese gran tejido de startups en estas ciudades y que se conectaran entre ellas sería maravilloso para los grandes emprendedores europeos. Al fin y al cabo, todo está en un tiempo máximo de 2h de avión, que no es nada comparado con las innumerables horas que se necesitan para ir de la costa este a la costa oeste de Estados Unidos.

Startup-riqueza

En conclusión, debemos aprovechar al máximo las oportunidades que tenemos en Europa, ya que podemos disfrutar de un gran panorama de startups si nos lo proponemos. Debemos acabar con el miedo y empezar a conectar con otros emprendedores para crear centros como los que tienen en Estados Unidos. Ojalá se terminen de una vez los papeleos innecesarios y sea más fácil que nunca crear empresas en Europa.

Archivado en Curiosidades, Dinero, Estados Unidos, Europa
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