Que el diagnóstico de un cáncer es una de las peores noticias que puede recibir un ser humano es algo obvio, la vida del paciente cambia por completo y la esperanza de la misma puede, por desgracia, verse reducida drásticamente si ésto ocurre, por no hablar de los numerosos tratamientos que, aunque son eficaces, tienen graves efectos secundarios sobre la persona que se somete a ellos. Es por eso que numerosos equipos investigan acerca de ésta anomalía para buscar la manera de salvar la vida de aquel que se vea afectada por ella.
Hoy nace una nueva esperanza, se llama microRNA y es una nueva investigación publicada en Nature Cell Biology, y en ella investigan el potencial que podría tener algo así como un interruptor molecular cuya función sería nada menos que la de revertir las células malignas a benignas. Éste concepto fue concebido en la década de los noventa, y puede regular la expresión génica mediante un método conocido como ribointerferencia.
Mediante la administración de los microRNAs afectadas en las células cancerosas para restaurar sus niveles normales, deberíamos ser capaces de restaurar la función normal de las células; comunicaba el Dr. Anastasiadis
El código ha sido descubierto gracias a unas proteínas de adhesión que interaccionan con los microprocesadores, clave en la producción de microRNAs. Pues bien, la E-caderina y la catenina son las proteínas que mantienen unidas a las células, y el papel que juegan los microRNAs en todo ésto es el de regular la expresión de determinados genes, y cuando una célula benigna entra en contacto con ellos, se encargan de desactivar los genes que promueven el crecimiento celular –si recordamos, a grandes rasgos, el cáncer es la consecuencia de un crecimiento célular desmedido y fuera de lo normal–.
El problema de todo ésto es que en las células tumorales, los niveles de microRNAs se ven alterados por completo, y están fuera de sus cantidades habituales, provocando esta anomalía celular. En los experimentos realizados en laboratorio, los científicos consiguieron revertir las células malignas a su estado normal devolviendo los niveles de microRNAs a la normalidad.
También en el caso de los tumores agresivos, los científicos consiguieron revertirlos a células benignas devolviendo los niveles que comentamos a la normalidad en los experimentos preliminares. ¿Será ésto una nueva puerta a la cura del cáncer? Esperemos que lo sea y, en caso de ser así, logre llegar al pueblo llano y no fracase por temas burocráticos.