El calentamiento global no es un mito. Es una realidad devastadora que está acabando con nuestro planeta y alterando el metabolismo geológico y climático de la Tierra. Después de mucho esfuerzo y una lucha permanente por salvar nuestro entorno parece que la industria empieza a mover ficha para acabar con esta situación. Carbon Engineering es una startup canadiense que ha diseñado unos ventiladores gigantes capaces de extraer el CO2 del aire y transformarlo en combustible ecológico.
La primera planta de este novedoso sistema, construida en Vancouver, absorbe el aire del entorno y a través de un líquido especial atrapa el CO2 presente en el mismo, materializándolo en unos pequeños gránulos (como si se tratara de una solución salina). El dióxido de carbono sólido se almacena bajo tierra y es reutilizado por las industrias petroleras para fabricar un combustible bajo en carbono y más ecológico que los que se utilizan hoy en día. Dicho de otro modo: Carbon Engineering no solo elimina del aire el dióxido de carbono que tanto daño está haciendo a la atmósfera terrestre, sino que además permite que este pueda ser utilizado como energía renovable.
Este sistema, que ha sido financiado por el propio Bill Gates por un total de 9 millones de dólares y que ya lleva en marcha desde el pasado mes de julio, ha capturado en todo este tiempo diez toneladas de CO2. En valores aproximados, Carbon Engineering es capaz de atrapar 100 kilos de dióxido de carbono en solo 24 horas (la contaminación emitida por 15 vehículos en un día).
Según se informa desde la página web oficial del proyecto la intención de Carbon Engineering no solo es proporcionar a la industria una nueva fuente de energía menos contaminante y extender su aplicación a todos los usos cotidianos, sino que además espera ser un referente en energías ecológicas limpiando el aire y combatiendo de ese modo el cambio climático.
La startup canadiense, diseñada por el científico David Keith de la Universidad de Harvard, es la primera capaz de reciclar el aire a tan gran escala, puesto que sus resultados pueden apreciarse a corto plazo. La próxima parada de Carbon Engineering es materializarse en una nueva planta más grande, valorada en 200 millones de dólares, que podría estar en funcionamiento para el año 2017. Para ese entonces debería ser capaz de producir entre 200 y 400 litros diarios de gasolina y diésel utilizando el dióxido de carbono presente en el aire.