Emprender está de moda, es por eso que el número de millennials que quieren empezar su carrera en el mundo laboral creando su propia startup está en constante crecimiento. De acuerdo con un estudio de la Fundación Kauffman, un 54% de millennials tienen el objetivo de empezar un negocio. Hace unos años parecía que si no tenías experiencia en el mundo laboral, no podías empezar una empresa desde 0, pero estamos en la era Facebook, en la que un estudiante empezó esta red social desde la habitación de su residencia.
En los últimos años, empresas como Snapchat o Dropbox se han creado gracias a estudiantes universitarios, y han logrado tener un éxito enorme en la sociedad. Muchos estudiantes ven que gracias al éxito de las empresas pueden dejar su carrera y dedicarse a gestionar la startup, pero esto tampoco está del todo bien, ya que a veces nos faltan conocimientos teóricos necesarios para formarnos y tener éxito.
Tecnología y emprendimiento
En la universidad no se enseña a emprender, de hecho, algunas universidades lo hacían pero decidieron dejar de dar estas clases. Ahora Google ha aprovechado el tirón del emprendimiento y ha decidido sacar una carrera específica para este fin. No obstante, necesitamos estar acostumbrados a emprender desde pequeños, y no tener miedo al fracaso.
La tecnología es muy importante también, y en muchas escuelas no se da la importancia necesaria a la informática. Para muchos estudiantes es una asignatura divertida para pasar el rato, y en la mayoría de casos se limita a que los estudiantes jueguen a juegos didácticos para el ordenador. Sin embargo, quizá sería necesario preparar a los más jóvenes desde pequeños para aprender lenguajes de programación o a utilizar herramientas de diseño web y de edición de imágenes.
La tecnología y el emprendimiento son complementarios, ya que las necesidades que hay actualmente — y que vendrán en el futuro — lo requieren de esta manera. La expansión de los servicios bajo demanda ha provocado que la figura actual del emprendedor se quede obsoleta, así que debemos preparar a los millennials para que se adapten a las necesidades del mercado en todo momento futuro. No puede ser que se enseñen cosas que quedarán obsoletas en 5 años, cuando los estudiantes aún no hayan entrado en el mundo laboral.
Los problemas tienen solución
En la actualidad, muchas startups se crean porque los millennials quieren encontrar una solución para sus problemas. Un ejemplo es iCracked, que se inición cuando a su creador se le rompió la pantalla del iPhone. Ahora la startup cuenta con ingresos de 25,2 millones de dólares, 2.400 trabajadores en todo el mundo i un 25% de crecimiento de los ingresos cada mes. Se ha convertido en un gigante de las reparaciones de dispositivos Apple, gracias a ofrecer diferentes localizaciones a precios competitivos.
Otro ejemplo es el de HourlyNerd, que empezó como un proyecto de clase en la universidad de Harvard. El proyecto consistía en poner en contacto a los estudiantes de MBA con pequeñas empresas para que sirviera como consultoría. Pero este proyecto empezó a crecer y se convirtió en una compañía con más de 10.000 consultores independientes y 12,5 millones de dólares en financiación. Actualmente cuenta con clientes como Microsoft, General Electric y Coca-Cola, y está creciendo muy rápido.
Este último ejemplo aún cuenta con los estudiantes en la universidad. Harvard tiene un gran enfoque en los case studies y en el análisis de porque las empresas funcionan o no, así que sus fundadores decidieron continuar con el proyecto a la vez que con su educación. No obstante, muchos no lo ven así, y deciden irse de la universidad, para considerarla un plan B en caso que su proyecto fracase. En las Business Schools, el networking es muy importante, casi más que la educación recibida, así que muchos pueden permitirse abandonar los estudios gracias a tener una buena red de contactos en la universidad.
En definitiva, los estudios son importantes, pero saber si debemos dejarlos o no al crear una startup de éxito aún lo es más. Necesitamos empaparnos de conocimiento, ideas y networking antes de estar seguros que podemos crear una buena empresa, sino vamos a fracasar y volver a la universidad, con la pérdida de tiempo que esto habrá comportado.
¿Qué piensas sobre este tema? ¿Deberíamos enseñar a crear empresas en la universidad o animar a los estudiantes a que terminen la carrera?