La modificación genética es una rama de la ciencia que busca la mejora del nivel de vida humano mediante la lucha contra las enfermedades hereditarias que una persona puede sufrir y con las que se cargan desde el momento del nacimiento debido a que se llevan impresas en el ADN. Desde que surgió ha estado luchando por paliar estas enfermedades, pero ahora nace una nueva esperanza que podría terminar con este tipo de males de forma definitiva.
Un grupo de investigadores ha demostrado, por ejemplo, que es posible eliminar por completo la distrofia muscular facial, que es esa enfermedad que se da en un nacimiento de cada 20000 y que provoca que paulatinamente los músculos de la cara y los hombros, así como los brazos, pierdan tanto en fuerza como en el control de los mismos, provocando la imposibilidad de realizar acciones tan cotidianas como silbar, sonreír, comer o incluso cerrar los ojos. Aunque por lo general no reduce la esperanza de vida, la expectativa de vivir así una vida entera no es para nada agradable.
Desde este grupo de investigación genética afirman que podría llevarse a cabo la tarea de reparar semejante enfermedad con una nueva técnica de edición genética que aún no se ha llevado a cabo, llamada CRISPR, la cual consiste en reemplazar el gen que provoca la enfermedad y así “apagar” la condición del enfermo. El enfoque de la técnica se basa en enviar una mezcla de proteínas y RNA que se enlazan a un gen y le hacen una “revisión”.
Un largo camino por recorrer
Todo esto no quiere decir que los doctores hayan descubierto de repente y tengan en sus manos una cura para todo, es solo una aproximación. Aún no han probado el CRISPR en seres humanos, y no hay ninguna garantía de que esto vaya a funcionar en cualquier condición genética existente.
Además, las pruebas iniciales fueron efectivas en solo un 50% de los casos. En el caso de que este arreglo genético acabe teniendo una utilidad práctica, podría hacer mucho para transformar la medicina por completo.