El desenlace de Los Juegos del Hambre al fin ha aterrizado en nuestro país poniendo punto final a una épica saga muy difícil de olvidar. Las cifras en taquilla hablan por sí solas y a estas alturas nadie duda del aplastante éxito de la historia protagonizada por Katniss Everdeen.
Después de cuatro entregas, ha llegado el momento de despedirnos. La adaptación al cine de la trilogía de Suzanne Collins ha concluido y no podemos estar más tristes. Los créditos finales de Sinsajo – Parte 2 suponían el colofón a una aventura que nos ha dejado marcados. Hoy rendimos nuestro particular homenaje a Los Juegos del Hambre recopilando las cosas que más echaremos en menos.
Adiós a Katniss, adiós a Peeta
Les hemos visto durante cuatro películas luchando juntos. Hemos sufrido su historia y dudado hasta el último momento sobre su amor. Katniss y Peeta nos han regalado algunos de los mejores momentos de la saga y la elección de los actores ha contribuido a ello.
Ya conocemos su final y tendremos que comenzar a asimilar que esto ha sido todo. Solo queda el consuelo de poder imaginar cómo será el resto de sus vidas y conformarnos con soñar la continuación de su historia.
Hay situaciones que jamás llegaremos a superar
Con todo, y a pesar de haber sido desvelado su final feliz, hay momentos que nunca superaremos. El secuestro de Peeta en el Capitolio y su “lavado de cerebro” nos dejó helados y sin esperanza. Sin embargo, aquel episodio ha dado mucha fuerza a un romance cuyo final esperábamos con ganas.
No más Finnick
Katniss y Peeta no son los únicos personajes que han conquistado nuestro corazón. La valentía, el amor incondicional y el sacrificio de Finnick (además de su espectacular físico) le han convertido en uno de los vencedores más queridos por la audiencia.
Le hemos visto luchar con su tridente, pero también mostrar su lado más romántico junto a Annie Cresta. No merecía un final como el que ha tenido, pero lo cierto es que la segunda parte de Sinsajo ha servido para mostrar su mejor cara.
Se acabaron las escenas épicas
Las películas de Los Juegos del Hambre nos han regalado momentos épicos. La presentación de Katniss como voluntaria en los primeros Juegos o la canción de El Árbol del Ahorcado nos pusieron la piel de gallina en los cines. Tenemos que despedirnos de estos momentos, pero no hay duda de que podremos volver a verlos siempre que queramos.
Adiós a las extravagancias del capitolio
Aunque gran parte de la saga ha transcurrido en los distritos o en la arena de los Juegos, el Capitolio ha sido otro escenario importante. La extravagancia reina en el lugar de residencia del presidente Snow. No obstante, más allá de haberse convertido en un símbolo de la frivolidad, también es un lugar repleto de habitantes peculiares, grandes banquetes, estilistas, diseñadores y vestuarios espectaculares.
Echaremos de menos también a Caesar Flickerman, ese mediático presentador al que no sabemos si querer u odiar. Sus retransmisiones han sido el vivo reflejo de la esencia del Capitolio y han dado a la saga un toque tan original como necesario.