El mundo no para de avanzar y con él las tecnologías, cada día más sorprendentes. En las últimas semanas se celebró el CES 2016 en la ciudad estadounidense de Las Vegas, concentración donde fueron expuestos algunos de los últimos avances tecnológicos. De hecho, en esta ocasión se han podido ver desde las pantallas flexibles presentadas por LG hasta el nuevo BMW i8 Mirroless, un coche que no necesita espejos.
Algunas de las tecnologías que se popularizan cada día más son las relacionadas con una mejora en nuestro día a día, como la realidad virtual o la realidad aumentada. No obstante, hay un campo que también está relacionado pero que suele ser el gran olvidado, la proyección de imágenes holográficas.
Holovect, los hologramas cada vez más presentes
Estoy seguro de que los fans de Star Wars y Star Trek estarán de acuerdo en que los hologramas llevarán a cabo una importante labor en la vida cotidiana. Tal vez no, pero puede ser la tecnología más relacionada y usada en los géneros de ciencia ficción. Pero ya comienzan a ser una realidad, gracias a proyectos como Holovect, un proyector de hologramas 3D que cuesta 700 dólares y podremos encontrar en Kickstarter.
Se trata de un nuevo tipo de producto con una buena idea detrás. El dispositivo funciona gracias a expulsar un aire modificado en su interior para que sea más reflectivo. Después, dispara una luz concentrada en un mismo punto para crear una imagen en tres dimensiones. Su diseñador, Jaime Ruiz-Ávila, afirma que lo considera un lienzo de aire donde poder pintar.
Cada imagen es proyectada una y otra vez a una velocidad de 33 veces por minuto, para así lograr una proyección consistente. Por el momento, este pequeño aparato es capaz de proyectar hasta una distancia de diez metros y en un solo color, aunque se pretende mejorar las prestaciones en próximas versiones.
Según declaraciones de Jaime Ruiz-Ávila, algunas empresas de gran importancia ya se han puesto en contacto con él, con la intención de desarrollar anuncios holográficos y rotatorios en tres dimensiones. También anima a intentar fusionar imágenes, pues ha demostrado que fusionándose se pueden recrear juegos como Pong.
Otro uso a tener en cuenta, es el realizado por diseñadores que utilicen la impresión 3D, pues sería un gran soporte para realizar bocetos en tres dimensiones. De esta forma se ahorraría espacio, tiempo y recursos, pues no sería necesario imprimir un nuevo modelo con cada cambio en los diseños.
El proyecto que no termina de despegar
A pesar de todos estos avances, el proyecto parece no lograr el apoyo necesario, pues la iniciativa de Kickstarter buscaba un presupuesto de 350.000 dólares. Para ello, se están llevando a cabo algunas mejoras en un nuevo prototipo que es capaz de proyectar imágenes a todo color.
Desde la directiva de la empresa, tienen puesta la esperanza en poder llegar lejos y crear una web donde los usuarios o desarrolladores que utilicen el aparato, puedan publicar sus propias creaciones o descubrir otras publicadas por los demás usuarios. Es decir, crear una comunidad altruista similar a las que se pueden encontrar alrededor de Arduino o Raspberry Pi.
Aun así, a éste tipo de proyectos siempre hay que darle márgenes de tiempo y error hasta que vean la luz, pero sin duda, sería la llegada de una tecnología de películas de ciencia ficción a la vida real, como las que vimos comparando los avances que se habían predecido en Regreso al futuro y son una realidad.
Ahora que éste ámbito comienza a ser posible, ¿cuál será la proxima tecnología futurista en llegar a nuestros oídos?