Europa es el continente perfecto para que las startups nazcan y se desarrollen en un entorno internacional. Contrariamente a otros lugares como los Estados Unidos, aquí tenemos una manera de contribuir con nosotros mismos que es única. La mezcla de países y culturas hacen que todo se transforme en un panorama perfecto para empresas de diferentes nacionalidades y que se den a conocer en todo el mundo.
Sin embargo, el secreto del éxito de las _startups europeas va más allá. No se trata de una combinación de factores culturales que mágicamente llevan a estas empresas a triunfar. Lo cierto es que la mentalidad de los países europeos tiene mucho que ver, pero lo que tienen en común es una característica explosiva por la que todos los CEOs de startups están motivados a trabajar y a intentar sacar su empresa adelante lo mejor que pueden.
2016 será un gran año para las startups, ya que la globalización de la economía va a cobrar más importancia. En Xombit ya hicimos un recopilatorio de las startups españolas que debemos tener en cuenta este año. Poco a poco nos vamos diferenciando en este entorno tan lleno de competición, todo gracias a la colaboración con los países vecinos que también quieren tirar adelante su economía.
La pasión
Este es el ingrediente secreto por el que las empresas de Estados Unidos nos tienen envidia. En Europa es mucho más difícil crear una empresa, ya que la burocracia necesaria para ello puede parecer inacabable. Los norteamericanos lo tienen más fácil, es por ello que si algo fracasa, pueden intentarlo de nuevo con otra idea. No obstante, los europeos debemos poner el máximo empeño en hacer que las cosas salgan bien. Venimos de una época difícil en la que todos los fracasos se han visto castigados eternamente y no nos podemos permitir que siga pasando algo así.
Otro factor clave al que nos dirige nuestra pasión es que el proyecto es nuestro. Somos un poco más reacios a aceptar dinero externo para construir nuestra startup. No quiero decir que esto sea bueno, ya que en muchos casos la ayuda de un inversor es muy positiva, pero el hecho que tengamos pocos VCs en Europa y que los norteamericanos justo estén empezando a interesarse por nuestras ideas hacen que tengamos menos inversión de la que necesitamos. Un poco más de ayuda no nos vendría mal, pero sin dejar a un lado los valores por los que se construye nuestra empresa.
En The Next Web leemos que el autor del post fue a una conferencia de startups en Berlín, y lo que más le chocó fue la pasión que transmitían tanto organizadores del evento como fundadores de las empresas. En concreto esto viene determinado gracias a la conexión que hay entre sentido del humor y trabajo duro, y que según él, será lo que catapultará a Europa a una guerra amistosa con Silicon Valley.
No dejemos de movernos por aquello que nos apasiona
A veces nos sentimos con miedo de hacer proyectos y emprender porque nos parece una tarea muy difícil de conseguir y creemos que en el futuro vamos a terminar fracasando. Si nos paramos a pensar, es cierto que la mayor parte de proyectos que se emprenden terminan en fracaso, pero si nunca lo probamos, nunca sabremos si podemos conseguirlo o no. Si la pasión es el ingrediente secreto que tienen las startups europeas para triunfar, debemos apasionarnos por todos los proyectos que hagamos y exprimir al máximo todas las posibilidades que nos brinda esta integración.
La pasión en nuestro interior provoca que nuevas empresas se creen, que es justo lo que necesitamos para que el país se desarrolle mejor. Hay un gran cambio entre trabajar en startups y en grandes corporaciones, todas tienen ventajas e inconvenientes, pero las ganas que se perciben en una startup por sus creadores hacen que las personas estén más motivadas a hacer sus tareas. Además, gracias a la diversidad de culturas en Europa, hay muchas más posibilidades de desarrollarse en un entorno internacional.
No obstante, también debemos saber que la pasión no lo es todo y que es muy importante que sepamos nuestros puntos débiles. Si estamos muy apasionados por algo, pero luego no hacemos todo lo que está en nuestras manos por mejorar, lo más seguro es que acabemos llevando nuestra startup al desastre. Conocer el entorno donde queremos operar es clave, y también debemos transmitir esta pasión por hacer las cosas bien a las personas que trabajan con nosotros o que quieran contratar nuestros servicios. Solo de esta manera podremos asegurarnos un futuro prometedor para nuestro proyecto.
