Para empezar tenemos que decir que las Redes Sociales no son las culpables en primera instancia de los peligros de Internet. Es cierto que podemos correr riesgos, en la gran mayoría no muy peligrosos, pero aún así es mejor estar al tanto de las distintas amenazas que podemos correr en la Red.
Nuestra privacidad es de vital importancia. Hay datos que quizás no queremos compartir pero muchas plataformas nos piden para poder crearnos un perfil. Este tipo de imposiciones u otras conocidas como la geolocalización o las mediáticas cookies son algunas de las primeras cuestiones que echan atrás a muchos usuarios en el momento de decidirse por unas redes sociales u otras.
Los peligros de Internet pueden derivar mucho, no tener bien protegidos nuestros datos personales o publicar contenidos de los que nos podamos arrepentir en un futuro nos pueden causar varios problemas. De esta manera, no debemos de caer en un error básico. Puede que los perfiles con miles o millones de seguidores sean atacados con más frecuencia, pero esto no es siempre así, por lo que es preferible mejorar nuestras medidas de seguridad.
¿Cómo proteger tus redes sociales?
Para asegurarnos que nuestras cuentas e información personal o profesional está segura mientras utilizamos nuestras redes sociales preferidas tenemos que tener en cuenta una serie de puntos:
1.Usa contraseñas seguras
Por mucho que creas que tu contraseña ya es segura y que nadie en la vida la podría adivinar tenemos que decirte que esto no es así. No es ninguna tontería ya que se trata de tu clave de acceso. Usar contraseñas fáciles de recordar, sin usar combinaciones no es problema alguno para las personas que se dedican al robo de datos.
Por otra parte, las fechas de nacimiento, nombre de familiares o mascotas o cosas por el estilo no ayudan. Si aún no tienes tu contraseña segura, en Rootear te ayudan a hacerlo.
2. Configura bien las opciones de seguridad y privacidad
Utilizar las diferentes opciones de seguridad y privacidad que nos ofrecen para proteger nuestro perfil es una opción a tener muy en cuenta. Configurándola de manera adecuada obtendremos una mejor privacidad de nuestros contenidos. Además solo seremos visible para las personas a las que queremos que llegue nuestro mensaje.
3. Verifica las Políticas de Privacidad
En las Redes Sociales no todo son ayudas y cosas buenas. Por esto mismo hay que revisar los contratos de privacidad que aceptamos al unirnos a determinada plataforma. De esta manera, sabremos qué información comparte y cómo protegen nuestros datos sobre terceros.
Este es uno de los errores más cometidos por los usuarios por el costoso trabajo que genera, pero no hay que tomárselo a broma. Es cosa seria.
4. Cuidado con los datos que publicas o los contenidos que compartes
Atención máxima. Cuando cedemos nuestros datos en una red social estamos sujetos a las políticas de privacidad que hemos aceptado previamente. Por esto, si no queremos que nuestra información personal se ceda a terceros hemos de preservar los datos importantes acerca de nuestra persona.
También hay que tener cuidado con nuestras publicaciones y con la manera en que lo hacemos. No debemos generar contenidos superficiales o criticar de manera deshonesta si estamos buscando trabajo. ‘Los de arriba’ lo pueden ver. Una vez hayas hecho efectiva tu publicación, cualquier persona puede hacer uso de esta para su uso personal.
5. Cuida tus confirmaciones de amistad
Hay que ser selectivo con las personas que aceptamos en nuestras redes. Si te llegan muchas solicitudes de personas que ni siquiera conoces no tienes por qué aceptarlas. Recuerda que cuantos más followers, más ojos podrán ver lo que haces.
Si aún así decides aceptar a desconocidos, es recomendable revisar sus perfiles primero, saber quién tendrá acceso a nuestro perfil, a qué se dedica, qué aficiones tiene, etc.
Independientemente de la normativa de protección de datos de las redes sociales, los posibles ataques que podamos sufrir, los contenidos que generemos o las claves de acceso que creemos, nosotros somos los últimos en decidir en qué redes sociales estar activos o no.