Las enfermedades mentales como la depresión están a la orden del día en nuestra sociedad. Así, cada vez son más las personas que se ven afectadas por esta enfermedad y que consumen, por tanto, fármacos antidepresivos para intentar paliar los efectos de esta dolencia. En este sentido, muchos nos hemos preguntado a menudo cuál es el efecto de estas pastillas en personas deprimidas.
Pues bien, la respuesta es que estos fármacos regeneran las células muertas que van muriendo durante la enfermedad. La desaparición de neuronas tiene como consecuencia que el cerebro de estás personas vaya disminuyendo de tamaño si esta dolencia se prolonga en el tiempo. Pero lo que no se sabía hasta ahora es que, correr, fuera otro método alternativo para la regeneración de nuestras células nerviosas.
Correr contra la depresión
El ejercicio físico a baja intensidad consume menos calorías y genera menos músculo pero, sin embargo, parece ser un remedio más que eficaz contra la depresión además de tener muchos otros beneficios para nuestro órgano más importante. Son muchas las personas que aseguran que correr les ayuda a desbloquear sus ideas o a ser más creativos en un determinado momento.
Según afirman algunos estudios, correr activa la neurogénesis, esto es, la regeneración de células muertas. Dichas células nerviosas nacen en el hipocampo, que es la parte que regula la toma de decisiones en los seres humanos. Los mismos estudios aseguran que los adolescentes que practican deporte tienen mucho mejor rendimiento en pruebas mentales y retrasan de forma exponencial enfermedades como el alzheimer o enfermedades de sintomatología similar.
¿Sirven el resto de ejercicios físicos aeróbicos para activar la neurogénesis?
La respuesta es clara y concisa, si, pero con alguna salvedad. Correr invita a la meditación y a la relajación, sin embargo, otro tipo de ejercicio como puede ser hacer pesas, invita a la concentración en esa actividad reduciendo en cierto grado el estado de relajación y meditación. Esto quiere decir que el resto de actividades cardiovasculares sí activan la neurogénesis pero en menor medida.
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Imagen: Sportadictos
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