La exploración espacial está de moda. En las últimas semanas estamos descubriendo una gran variedad de noticias distintas relacionadas con este ámbito y eso personalmente me hace ilusionarme bastante. ¿Quién sabe qué podremos descubrir?
Próxima Centauri es una estrella que invita al optimismo. Se encuentra a apenas 4,5 años luz de nuestro planeta y en ella parecen existir planetas con condiciones muy similares a las de la Tierra. El proyecto que planea viajar hasta este nuevo sistema está avanzando cada día y de eso hablaremos hoy aquí, en Xombit.
Un proyecto ambicioso
Hace poco más de un mes, en agosto, el Observatorio Austral Europeo descubrió algo muy esperanzador. Se trataba de un pequeño planeta, con un tamaño similar al de La Tierra y cuyas condiciones podrían ser bastante óptimas para la vida. Además, este se encontraba orbitando a la estrella más cercana a nuestro Sistema Solar.
Como leemos en El País, la pregunta que se formulaban ahora los responsables del descubrimiento estaba clara. Estando este nuevo planeta a una distancia “asequible”, ¿podríamos llegar hasta allí?
Existe quien cree que podríamos lograrlo, que podríamos alcanzar al planeta bautizado como Próxima b, pero que sería algo realmente complicado. Me refiero a Peter Worden, exdirector de uno de los centros de investigación de la NASA.
Sin embargo, como él mismo dice, nuestra tecnología actual se encuentra algo limitada y principalmente la cantidad de combustible que se necesitaría es un gran problema. Según sus propias palabras, “para alcanzar Próxima b con un cohete convencional haría falta tanto combustible como masa tiene nuestra galaxia”.
A pesar de sus propias palabras, ya cuenta con un proyecto en marcha. La misión se realizaría dentro de unos 30 años, y consistiría en el envío de una diminuta nave, de apenas dos metros, en la que se encontraría un chip encargado de procesar y enviar datos a la tierra. Esta debería viajar a grandísimas velocidades y debería buscarse una alternativa al combustible tradicional.
El coste previsto de todo el proyecto es de nada más y nada menos que 10.000 millones de euros. Siendo este proyecto tan ambicioso, no podía contra con un presupuesto recortado.
Respecto al tiempo, otra barbaridad. Se estima que aún viajando a grandísimas velocidades, esta nave tardaría una media de 1.000 años en llegar hasta la estrella, sin frenarse en ningún momento. De esta forma nos damos cuenta de lo realmente abismales que resultan las distancias interestelares.
Seguiremos de cerca este ambicioso proyecto, que aunque a muy largo plazo, podría ayudarnos a conocer mucho más sobre el universo que habitamos y quien sabe, si encontrar vida fuera de nuestro planeta.
¿Qué te parece este gran proyecto? No olvides dejar tus comentarios
