Al dinero físico le queda menos tiempo cada día que pasa. El pago con tarjeta tanto de crédito como de débito ha aumentado mucho durante los últimos años, y ya existen países donde este método de pago supone el 80% de las transacciones totales. Dinamarca o Suecia, por ejemplo, son algunos de estos países.
Nuestro teléfono móvil es la herramienta perfecta para seguir con esta transformación del mercado, y lo sabemos. Los pagos con el teléfono móvil, aunque lentamente, se hacen más comunes día a día. Sin embargo, en España y muchos otros países seguimos sin contar con la que debería ser la aplicación de pago por excelencia, Android Pay.
Un cambio de estrategia
A pesar de la no llegada de este servicio, diferentes bancos han decidido crear su propia plataforma de pago móvil, a través de la cuál pueden comprar sus clientes. Caixabank, junto con su servicio móvil ImaginBank, BBVA o Santander, son exponentes de esta tendencia.
Google se ha percatado de esto y ha decidido actuar en consecuencia. Teniendo en cuenta lo difícil que está siendo la expansión de su propia plataforma, Android Pay, Google ha optado por un cambio de estrategia. Comenzando en los Estados Unidos, Android Pay se integrará con las aplicaciones de los diferentes bancos, en lo que parece un esfuerzo por no quedar atrás.
Como podemos leer en Xataka, no hará falta que dispongamos de la aplicación nativa, sino que podremos disfrutar de todas las ventajas de Android Pay a través de la aplicación de nuestro banco. ¿Es esta una estrategia de Google para ahorrarse el lanzamiento en los demás países?
De esta manera, Google parece dar el relevo a los bancos, para poder integrar Android Pay cuando todos, o al menos la mayoría, se hayan sumado a esta nueva corriente.
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