La automedicación es una práctica muy extendida en nuestros días, y puede llegar a ser muy perjudicial para la salud. Es cierto que tomar aspirinas una o dos veces por semana, debido a cualquier tipo de dolor, no va a hacernos enfermar, pero cuando estos hábitos se extienden y se vuelven rutinarios, tenemos motivos para preocuparnos.
Sin ir más lejos, hace apenas un par de semanas, hablamos de cómo el uso prolongado del ibuprofeno podía aumentar hasta en un 31% el riesgo de sufrir un infarto. Por tanto, es algo que no debemos tomar a la ligera.
Afecta a nuestro intestino
Un grupo de investigadores decidió hace algún tiempo comprobar si el uso prolongado de antibióticos tenía alguna consecuencia negativa para nuestra salud, igual que podían tenerlo muchos otros medicamentos.
Como podemos leer en Muy Interesante, la investigación ha sido llevada a cabo por científicos estadounidenses, pertenecientes al Hospital General de Massachusetts y a la Escuela de Medicina de Harvard. Para la realización del estudio, se usaron datos de una impresionante muestra que alcanza los 16.000 participantes.
¿Cuáles han sido los resultados obtenidos? Existe una conexión más que evidente entre el consumo excesivo de antibióticos y procesos cancerígenos en el intestino. Pero, ¿cuál es el motivo?
Según los propios investigadores, todo parece apuntar al daño que sufren las bacterias intestinales, esas que todos poseemos y que regulan muchos de los procesos que tienen lugar en nuestro interior. Los antibióticos dañan a estas bacterias, alterando su tan importante población.
Por lo tanto, y como podemos ver, no estamos sino ante una muestra más de que cualquier medicamento en exceso es perjudicial para la salud humana. Debemos usar el sentido común, y tomar cualquier tipo de fármaco de una forma moderada y responsable.
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