Gracias al Sol la vida puede existir en nuestro planeta. Gracias al Sol podemos contar con unas temperaturas adecuadas, que permiten la presencia de agua en estado líquido. Le debemos mucho a nuestra estrella, pero no debemos olvidar que esta también puede ser la causante de muchos y graves problemas.
Las tormentas solares son uno de estos problemas, dada su aleatoriedad y alcance. Desde la NASA son conscientes de ello, y ya han puesto en marcha una gran misión para solucionarlo. Solar Probe Plus partirá hacia nuestra estrella el año que viene.
Donde nadie ha llegado
Esta nueva misión pretende enviar una nave para que realice un total de 24 aproximaciones al Sol. De esta manera, podrán obtenerse diversos datos y conocer más sobre todos los procesos que tienen lugar en la superficie solar. Saber adelantarse a los vientos y tormentas solares es el objetivo, llegando a estar lo más cerca del Sol de lo que nunca hemos estado.
La Solar Probe Plus –nombre escogido para la nave– podrá viajar a 724.000 km/h, convirtiéndose en la más rápida jamás fabricada. Esta ha sido diseñada y también construida en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad John Hopkins, en Baltimore. Pero, ¿como podría una nave soportar las altísimas temperaturas de las inmediaciones solares?
Como podemos leer en el diario ABC, el aparato cuenta con un diseño que soportará los 1.400 grados, gracias a un escudo de carbono y una estructura que disipará el calor. Sin embargo, esto no es todo, y también será capaz de soportar temperaturas heladoras en su largo viaje.
La misión durará unos 7 años, y está previsto que la intrépida viajera llegue a su destino a finales del año 2018. Gracias a los datos que recoja podremos conocer más sobre nuestra estrella, más sobre nuestro sistema y en definitiva, más sobre el basto cosmos que nos rodea.
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