En un estudio publicado hoy en la revista Nature Communications, un equipo internacional de científicos, dirigido por investigadores de la Universidad de Tübingen y el Instituto Max Plancklos utilizaron un nuevo y más preciso método de secuenciación de ADN para analizar los datos del genoma de varias momias que abarcan diferentes períodos la historia del antiguo Egipto. Los científicos han encontrado que los antiguos egipcios son en realidad más genéticamente similares a las personas que viven hoy en el Cercano Oriente — países como Israel, Líbano y Siria — que los modernos Egipcios.
Durante mucho tiempo se pensó que las momias no conservaban ADN. En 2010, un equipo analizó el ADN antiguo de 16 momias reales, pero el método que usaron no era muy bueno para distinguir el ADN real de la momia del ADN moderno que podría haber contaminado a lo largo de los años.
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El equipo investigó un total de 151 momias de un sitio a unos 100 kilómetros al sur de El Cairo. Estas momias fueron excavadas a principios del siglo XX, y la datación por radiocarbono mostró que sus vidas se extendieron durante 1.300 años, o desde aproximadamente 1388 AEC a 426 EC. No había material genético utilizable en ninguno de los tejidos blandos restantes, pero algunos quedaron en los huesos y los dientes. Noventa de estas momias tenían ADN incompleto, y sólo tres conservaron un genoma completamente intacto.
El método de secuenciación del ADN utilizado en el estudio hace que los resultados sean sólidos. Los investigadores observaron cualquier ADN en una muestra dada, y luego aislaron el material genético que podría ser humano. El equipo entonces buscó patrones de daño del ADN que sólo vemos en el verdadero ADN antiguo, permitiéndoles ignorar el ADN que podría ser de contaminación.
Los resultados son interesantes, pero aún más prometedor es el hecho de que el método podría allanar el camino para aún más estudios genéticos de las momias, para que podamos entender más detalles acerca de estas personas de esta antigua civilización.
Fuente: TheVerge
