La desigualdad de géneros es uno de los problemas más presentes en la sociedad actual. Las mujeres siguen viviendo un escalón por debajo respecto a los hombres y hay diferentes muestras de ellos, como las brutales diferencias entre los salarios de ambos géneros. Esta es una de las luchas más importantes para las mujeres, aunque cuenta con la barrera que representan algunas compañías tecnológicas como Google.
La empresa de Alphabet fue acusada el pasado abril por Estados Unidos de pagar menos a las mujeres por el mismo trabajo. En concreto, el gobierno acusaba a Google de “disparidades salariales sistemáticas contra la mujer en prácticamente todos los niveles de la plantilla”. Google desmintió las acusaciones, pero la investigación ha continuado y las grandes evidencias con las que contaba Estados Unidos han terminado en una corte federal.
Como informa el diario The Guardian, el pasado viernes Google pudo defender en una corte judicial ante el Departamento de Justicia y su explicación te dejará sin palabras. Según la compañía, incapaz de contar los miles de millones de dólares con los que cuenta, la investigación de la brecha salarial que sufre es demasiado cara y por eso rechaza realizarla.
Lisa Barnett Sween, abogada de Google, explicó en el juzgado que la investigación de la brecha salarial y la posterior entrega de datos al Departamento de Justicia conllevaría 500 horas de trabajo y más de 100.000 dólares de inversión, algo inalcanzable aparentemente para la compañía.
Google se niega así a entregar los datos referentes a su sistema de compensación al gobierno. Además, el Estado ha solicitado poder entrevistar a algunos trabajadores. Todo esto es imposible para Google, que cree que Estados Unidos está realizando un abuso de poder.
Uno de los abogados del Estado, Ian Eliasoph, tuvo una reacción muy similar a la que hemos tenido todos nosotros ante las excusas de Google y declaró en el juicio que ”Google podría absorber la costa con tanta facilidad como una esponja seca podría absorber una gota de agua”. Esta afirmación es obvia si tenemos en cuenta que Google ganó más de 28.000 millones de dólares en 2016.
Las cifras escandalosas de Google no son suficientes para una compañía que queda en ridículo negándose a acabar con una brecha salarial notoria. Además, debemos tener en cuenta que en enero de 2016 solo 31% de su plantilla estaba formado por mujeres. Lo más triste es que una compañía como Google nunca sufrirá graves consecuencias por seguir discriminando a la mujer tal y como la hace.
