Stephen Elop

No cabe duda de que uno de los más serios candidatos para suceder a Steve Ballmer se trata de Stephen Elop. Este antiguo trabajador de Microsoft abandonó la compañía para dirigir Nokia, y ahora ha conseguido vendérsela a sus antiguos empleadores. Pues bien, el ejecutivo ya está haciendo planes para el futuro de la multinacional de Redmond, y tiene claras las prioridades: ahorrar dinero cerrando el buscador Bing, deshacerse de la división Xbox si comprueba que no resulta clave y centrarse en la suite ofimática Office.

En el país nórdico su empresa tecnológica estrella era muy apreciada por los habitantes, que se sentían orgullosos de ella. Así que podemos considerar lógico que no les haga mucha gracia que un símbolo nacional cambie de manos y se transforme en una filial de una multinacional estadounidense. Pero lo que se ha visto como un escándalo es que Stephen Elop, actual CEO de Nokia y antiguo directivo de Microsoft, estuviera incentivado con una gran suma para lograr vender la división de móviles de la compañia.

Parece que la estrategia que el máximo mandatario de la firma finlandesa está desarrollando para salvar la empresa no es del gusto de todos, porque un grupo de accionistas ha comenzado a recoger firmas para deponerlo de su cargo. Considerando la complicada situación de Nokia, lo último que necesita es que luchas internas la debiliten aun más, así que, si la iniciativa sale adelante, podemos dar por seguro que tendrá consecuencias bastante graves.

Nokia, tras el resurgimiento a nivel mundia que ha conllevado su asociación con Microsoft y la aparición de sus primeros terminales con Windows Phone, está barajando la posibilidad de sacar al mercado su propia tablet. Eso sí, aunque no se conocen muchos detalles, lo más probable que el SO utilizado sea el futuro Windows 8.

Nokia ha sido, históricamente, la compañía más importante en lo que respecta a telefonía móvil. Sin embargo, en los últimos años, la decisión de mantener un software obsoleto, que no se correspondía con la calidad de sus terminales, le ha lastrado a la hora de conseguir buenos resultados en el mercado de los smartphones. La adopción del prometedor Windows Phone supone, por tanto, la vuelta de un grande a la primera línea de batalla en el competido mercado de los teléfonos de gama alta.