Nintendo apostó con la primera Wii por la originalidad, y el resultado no sólo fue un gran éxito comercial, sino que además sus competidores se vieron sorprendidos y tardaron bastante tiempo en reaccionar. Con la sucesora de su actual consola de sobremesa ha optado por integrar en el mando una especie de tablet, así que más que decantarse por la innovación ha decidido tomar una tendencia de rabiosa actualidad y adaptarla al mundo del videojuego. Independientemente de que esta decisión sea correcta, lo cierto es que el resto de compañías se encuentran en una posición muy cómoda si quieren seguir sus pasos.

Apple

Los de Cupertino, responsables de que vivamos esta moda debido al iPad, tienen en sus manos herramientas para igualar las prestaciones de la Wii U. Mediante AirPlay y un Apple TV las aplicaciones podrán trasladarse a nuestro televisor. Esta característica llegará con el controvertido iOS 5, y si bien es inconcebible que añadan sticks o botones físicos a su dispositivo, el resultado guardará un parecido suficiente con el invento de Nintendo como para que los creadores de Mario se sientan amenazados.

Sony

Desde luego, la multinacional japonesa podría enfrentarse a la nueva máquina de los chicos de Kioto. Gracias a la joint-venture con Ericsson en el campo de la telefonía móvil, tienen experiencia con Android, un sistema operativo que ofrece la libertad idónea para diseñar un mando personalizado. Si a esto le unimos que la Wii U probablemente no adelante demasiado en potencia a la PlayStation 3, es evidente que hacer una “imitación” depende más de criterios creativos que de límites técnicos. Ya el Xperia Play demostró la versatilidad de la plataforma de Google y su validez para los videojuegos.

Microsoft

Con Windows 8 han dejado claro que las tabletas son una prioridad en su agenda, y que Xbox es un ecosistema muy exitoso que desean expandir. Sus circunstancias son muy similares a las de Sony: tienen todos los elementos necesarios para emular la propuesta de Nintendo, o incluso superarla, y que lo hagan dependerá de la estrategia que quieran trazar. Un tema más complicado es que su sistema tradicionalmente lo montan fabricantes de hardware ajenos a ellos, que no verían con buenos ojos competencia por parte de la propia Microsoft.

Lo que está claro es que, si la baza de la empresa que dirige Satoru Iwata resulta ganadora, sus rivales se encuentran muy bien situados para copiarles. Incluso podrían colocarse a la cabeza con facilidad, porque mientras que la Wii U ofrece un “mando con una pantalla táctil”, el resto de las compañías están en posición de lanzar tabletas completas, con gran variedad de funciones, independientes de la consola principal y más avanzadas en el aspecto técnico. Sólo nos queda esperar a ver las reacciones de los consumidores ante el nuevo producto de Nintendo, y comprobar si va a ser otra vez pionera en una tendencia que siga toda la industria del ocio electrónico.