Nuestros políticos muestran muy poco respeto por los deseos del pueblo, y cada día nos levantamos con nuevas noticias de atentados contra nuestra libertad. Pero, aunque no está bien criticar a los demás cuando en nuestro país hay tantas cosas por cambiar, lo cierto es que el régimen de Corea del Norte merece una mención. Estamos ante una nación que, si no fuera por las extremadamente trágicas consecuencias de su desgobierno, parecería un chiste. El culto oficial generado alrededor de la figura del fallecido líder ha llevado a situaciones tan absurdas como la que os pasamos a relatar.
Y es que hay amenazas de que quienes usen un teléfono móvil durante los cien días de luto tras la muerte del extravagante Kim Jong-il podrían ser considerados criminales de guerra, y acabar destinados a los campos de trabajo. Castigos similares esperan a los ciudadanos que intenten sin éxito abandonar la miseria en la que vive sumido el país, llegando los reincidentes a ser condenados a la pena de muerte. En cualquier caso, pocos son los norcoreanos que poseen un móvil en una nación que es asolada regularmente por hambrunas que dejan miles de muertes, y que suele necesitar ayuda internacional para alimentar a sus habitantes.
En definitiva, una situación lamentable. Por desgracia, no creo que resulte fácil que Corea del Norte vaya a salir adelante. La presión internacional no parece estar teniendo resultados, y una improbable intervención militar podría resultar todavía más trágica que lo que ocurre a día de hoy. Sólo podemos desear que el nuevo líder del país sea capaz de dar una vida más digna a sus conciudadanos, pero resulta bastante dudoso, puesto que estamos ante un curiosa dictadura hereditaria.
¿Qué opinas de esta noticia? ¿Consideras que la comunidad internacional debe seguir permitiendo que este país siga gobernado por verdaderos psicópatas, o piensas que deben tomarse medidas al respecto, aunque ello implique correr grandes riesgos?
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