(19) El cazador / The Deer Hunter – 1978 – Michael Cimino
Hay películas que traspasan el celuloide y se filtran al mundo real. En esos casos, ya no es solo cine, es una experiencia. El cazador pertenece a ese grupo, pero sería injusto obviar que además, está magníficamente dirigida por un Michael Cimino en estado de gracia, e interpretada por un reparto espléndido: Robert De Niro, Christopher Walken (el adjetivo inconmensurable se queda corto), John Savage, Meryl Streep y John Cazale. A todo eso, le añadimos un guion a prueba de balas. Si lo tuyo es provocar, aprende aquí. Puro arte, una corona de espinas. Algunas escenas te acompañarán para siempre, son tatuajes en el alma que nunca se curan del todo.
Siempre se ha de cazar la pieza mediante una sola bala. Hacerlo con dos es una chapuza. Siempre se lo digo a todos, pero nadie me escucha.
La historia es un mar negro, que nos cae encima en tres oleadas. En la primera, conocemos a los tres amigos que irán a Vietnam como voluntarios. Buenos chicos. Sus personalidades nos dan pistas de cómo reaccionarán en el infierno. Trabajan como obreros en una fábrica de fundición de acero de Pennsylvania y son amantes de la caza. Vidas simples, risas francas. A continuación, Cimino ventila el placido olor a felicidad y llegan las ratas. Nos muestra el horror de la guerra, las torturas a las que se verán sometidos cuando son apresados por el Viet Cong. Es la hora de la ruleta rusa, cinco huecos en el tambor del revólver y una bala. Estremecedor.
Y cuando crees que ya ha pasado lo peor, que has huido del corazón de las tinieblas, te clavan un machete en el pecho. Duele. El verdadero tsunami, la oscuridad. El regreso a los Estados Unidos, las heridas de la guerra que no se ven a simple vista, la incomprensión, la ceguera del pueblo americano…
Cuando hablamos de la gran leyenda del Vietnam, puede que tú prefieras Apocalypse Now, o Platoon, o que los tiros vayan más por La Chaqueta Metálica. Puede ser. O siguiendo con el cine bélico, tal vez te inclines por Salvar al soldado Ryan o Senderos de Gloria. Te ahorraré las críticas, me encantan todas esas. Pero hay que elegir.
El cazador es una película psicológica que no te dejará indiferente, un monumento a la amistad. Lazos irrompibles. ¿Quieres que se te acelere el corazón? Coge una pistola y dale al play del reproductor de música, escucha la banda sonora de esta obra maestra. Acerca el arma a la sien. Sudas y se te salen los ojos de sus órbitas, ¿verdad? Aprieta el gatillo. Te mojas, sí. Una pistola de agua. Vivimos en el primer mundo, desahogados. Somos un regimiento, los que tenemos vidas simples y risas francas, aunque nos maten algunos huecos que ha dejado la batalla.
(18) Perdición / Double Indemnity – 1944 – Billy Wilder
Pacto de sangre es una novela negra de ese genio que firmó El cartero siempre llama dos veces: James M. Cain. La historia cayó en manos de Billy Wilder y se encaprichó. Bracket, su “socio”, pensó que el relato era “chabacano y demasiado sombrío”. No importa, adaptaré la novela sin tu ayuda, quiero rodar esta película. Tampoco pudo contar con Cain, así que contrató a Raymond Chandler. Puedes caerte de espaldas, ¿se te ocurre una tercera opción mejor? Reunión de talentos, mentes superdotadas, un guion a cuatro manos que pasó a la historia. Quizás fue porque estos dos se llevaron a matar, pero ninguna película del cine negro clásico puede hacerle sombra. La censura no receló de los diálogos a quemarropa. Flechas con dos puntas. Incautos.
Yo le maté. Le maté por dinero y una mujer, y no conseguí ni el dinero ni la mujer. Estupendo, ¿eh?
Era una tarde calurosa y aún recuerdo el olor a madreselva en toda la calle. ¿Cómo no supe que a veces el asesinato huele a madreselva?
Una pulsera en el tobillo puede hacer que un hombre pierda la cabeza. Perdición está narrada desde el inicio como un gran flashback, así que no vayas de listillo, la primera frase no ha destripado nada. Fred MacMurray es un agente de seguros de mediana edad que confiesa en una grabación que ha matado a un hombre. Quería el dinero de la póliza, y además, quedarse con su esposa. Barbara Stanwyck, Phillips Dietrichson, una femme fatale sin escrúpulos que seduce y manipula al ingenuo de Walter Neff. El amor no siempre es cosa de dos. Edward G. Robinson interpreta a Barton Keyes, un tipo de lógica implacable, el encargado de investigar las reclamaciones a la compañía. Un papel brutal, aunque secundario, para un actor de primera, delicatesen. Un trío apasionante. Inolvidables.
No escuchaba mis propios pasos. Eran los pasos de un hombre muerto.
Una película fascinante y turbia, un cuadro de Edward Hopper a 24 fotogramas por segundo. Ritmo, ingenio y un drama absorbente. ¡Qué más se puede pedir! Cuando el maestro del suspense, Don Alfred Hitchcock, vio la película en un preestreno, mandó un telegrama a Wilder: “Desde Perdición, las dos palabras más importantes en el mundo del cine son: Billy Wilder”.
Del 22 al 20: El hombre tranquilo, Entre copas, El extraño viaje.
17 y 16: Doctor Zhivago, Los puentes de Madison.
MI LISTA de las 25 películas.
