¡Qué mes de cine nos espera! Si hoy nuestro compañero Gorka nos hablaba de Lincoln o de Django Desencadenado, hoy vengo a hablaros de una película de esas que son completamente diferentes, que no son comerciales, pero que tienen esa serie de aspectos técnicos que la hacen única.
No podréis decir que no tengo ojo para estas recomendaciones cuando os dije que teníais que ver Bestias del sur salvaje y finalmente ha quedado nominada a mejor película, a mejor director, a mejor actriz principal (por el papel de la pequeña Quevenzane Wallis), y a mejor guion adaptado. Casi nada.
La película de hoy, no llega a tanto, y únicamente ha quedado nominada a mejor guion original, pero no por ello tiene menos importancia. Con la historia que nos cuenta, y sobre todo cómo nos lo cuenta, no me sorprende en absoluto la nominación.
Pero bueno, dejemos de hablar de otras películas, dejemos de lado los Óscars, y hablemos de la gran obra del inexperto Wes Anderson. Moonrise Kingdom cuenta una historia de amor, pero no una historia de amor normal. Cuenta una historia de amor entre adolescentes, pero no, tampoco es una historia de amor entre adolescentes común. La historia cuenta el romance entre Sam (Jared Gilman) y Suzy (Kara Hayward), dos jóvenes enamorados, que apenas se conocen pero que son amigos por correspondencia.
Sam va a un campamento de boy-scouts en una extraña isla, que a veces parece propiamente un personaje más del filme, por la fuerte presencia que tiene, donde justamente vive su amada. Un día, el joven no está en su tienda y no está, ¿dónde está? Pues bueno, os lo he dejado fácil, pero lo mejor es que veáis la película para descubrirlo.
En el aspecto técnico, la película sorprende desde el primer minuto. Para comenzar, desde el primer momento hasta llegados a la media hora, la mayoría de los planos se realizan mediante el travelling lateral, esto es, que la cámara se mueve constantemente de izquierda a derecha, y en plano secuencia la mayoría de las veces. Ello acompañado con una fotografía donde predominan los colores amarillos, aunque también encontramos fuertes verdes y azules. Y finalmente con una banda sonora fuertemente influenciada por la música clásica. Hasta aquí, la película no tiene desperdicio, y más si os digo que en el reparto se encuentran actores de la talla de Bruce Willis, Edward Norton o Bill Murray.
7
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p>Pero claro. No todo podía ser perfecto. Y es que aunque la fotografía llama muchísimo la atención, aunque nos encontramos planos inimaginables en una película, aunque la historia al principio es buenísima, se va desinflando por momentos a medida que va avanzando la trama, como si se despreocupara el director de todos los aspectos técnicos antes mencionados, y ya solo le importara su guión y acabar la historia como él quiere. Pero, pese a todo, le han nominado a mejor guión original, así que por algo será.