No se puede decir que Microsoft no esté sana económicamente, pues el pasado trimestre, que daba fin al año fiscal, ingresó 19.900 millones de dólares y obtuvo 4.970 millones de dólares de beneficios. Se tratan de cifras inferiores a las del anterior trimestre, pero superiores a las de las mismas fechas del año anterior. Sin embargo, en ese momento la empresa afrontaba un pago pendiente de 6.200 millones de dólares, por lo que no se puede comparar. Lo que resulta más interesante es el análisis de ciertos detalles de esta información financiera, porque nos dejan claro hacia dónde va la industria del PC en general.
Por ejemplo, se han tenido que afrontar gastos de 900 millones de dólares por los ajustes de inventario de Microsoft Surface RT, lo que seguramente significa pérdidas por la fuerte bajada de precio que disfrutó recientemente, que demuestran que el aparato está lejos de resultar rentable. Por otro lado, la división de Windows ha registrado más de 1.000 millones de dólares de ingresos menos que en el trimestre anterior, lo que evidencia que el mercado del PC está en mala situación frente a los tablets, y lo peor es que no parece haber signos de recuperación en un período breve.
La división de Entretenimiento y Dispositivos tuvo unas pérdidas de 110 millones de dólares, y en este caso me parece una pena no conocer más detalles, puesto que no queda claro si se debe al escaso éxito de Microsoft Surface, a unas bajas ventas de Xbox 360 o a la inversión necesaria para preparar el lanzamiento de Xbox One. Lo que considero evidente a la vista de estos resultados es que la multinacional de Redmond tiene que plantarle cara al iPad y a los tablets Android. A pesar de todo, el año fiscal se cierra con buenas cifras: 26.764 millones de dólares de beneficios, superiores a las del anterior.
¿Qué opinas del tema? ¿Ves a Microsoft como un gigante en forma, pero decadente, o crees que seguirá siendo un líder en el sector?