No cabe duda de que Nokia cometió un error muy grande en el pasado: subestimar al iPhone y no reaccionar inmediantamente ante el cambio de paradigma que implicó. Tardó mucho tiempo en darse cuenta de que tenía que dejar atrás su sistema operativo Symbiam, y finalmente decidió apostar por Windows Phone ante el dominio de Samsung en el ecosistema Android. El resultado son teléfonos de cierto éxito como el asequible Nokia Lumia 520 o prometedores productos de gama alta como el reciente Nokia Lumia 1020. Pues bien, parece que la multinacional finlandesa hizo bien en aliarse con Microsoft, o eso podemos extraer de los resultados presentados.
Según los datos revelados, en el segundo trimestre de este año se vendieron 7,4 millones de terminales de la gama Lumia, con Windows Phone. No ha faltado quien analizara esta información y haya concluido que esta cantidad resulta superior a la de dispositivos BlackBerry, cuando hace un año el fabricante canadiese doblaba a la firma de Stephen Elop. Ambas empresas sufren de problemas financieros, pero está claro que una de ellas va en retroceso y otra avanza. Pienso que ni el sistema operativo BlackBerry 10 ni los nuevos modelos de la empresa serán capaces de hacer que la compañía de Waterloo se salve de la irrelevancia en el mercado.
No sabemos qué hubiera pasado con Nokia si hubiera optado por Android, pero lo que está claro es que ahora se dirige a establecerse como el claro tercer competidor del segmento de los smartphones, aunque todavía muy lejos de Apple y Google. Eso sí, parece que poco a poco sus resultados van mejorando, por lo que el futuro de la multinacional de Espoo resulta más tranquilizador. Veo muy complicado que vuelva a su posición dominante en el mundo de los teléfonos móviles, pero al menos tendrá garantizada su supervivencia y ofrecerá a los consumidores una alternativa más.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que Nokia merece robarle su posición a BlackBerry?
