La Apple capaz de imponer sus propias tendencias y a la que no le importa lo que hagan las demás marcas va desapareciendo poco a poco. Prueba de ello la tenemos en el iPad mini original: Tim Cook desoyó las palabras de Steve Jobs, su antecesor al frente de la empresa, y se aventuró en el campo de las tablets pequeñas. El motivo: la Google Nexus 7, junto a muchas propuestas similares con Android, lograban unas ventas importantes. Así que presentaron un producto de un precio relativamente ajustado (329 euros), pero con unas características bastante pobres, que ya estaban obsoletas en su lanzamiento y resistieron muy mal el paso del tiempo.
El iPad mini con pantalla Retina no tiene miedo de venderse por 389 euros (sólo 90 euros menos que su hermano mayor, el iPad Air) porque se trata de un aparato muy completo. Su pantalla ofrece una resolución de 2048 x 1536, llevando la densidad de píxeles a 324 por pulgada, una cifra excelente. Pero lo importante es que esto permitirá utilizar las aplicaciones ya adaptadas para las tabletas anteriores, sin fragmentar la plataforma. El procesador también representará lo último de lo último, un Apple A7 de 64-bits, acompañado del Apple M7 para detectar movimiento. La cámara se queda en unos interesantes cinco megapíxeles.
Francamente, veo este aparato mucho más en sintonía con el espíritu de los chicos de Cupertino. El precio se dispara frente a rivales de características similares como la nueva Google Nexus 7, pero a cambio no se queda atrás en la parte técnica. Que Apple se trata de una marca cara ya lo sabíamos, no tiene sentido que lo intente disimular con productos recortados para bajar un poco el coste. El iPad mini con pantalla Retina resulta una experiencia premium, que permite introducirse en el ecosistema de una de las marcas más apreciadas por los consumidores, y eso no sale gratis.
Eso sí, al antiguo modelo, rebajado ahora hasta los 289 euros, no le veo ningún sentido. A no ser que nos hayamos enamorado de iOS 7 y tengamos un presupuesto limitado, pienso que lo idóneo estaría en decantarnos por la opción de gama superior, por un dispositivo Android de bajo coste o incluso una alternativa con Windows 8. En cualquier caso, creo que el nuevo tablet de pequeñas dimensiones de la multinacional de Cupertino resulta interesante en cuanto a que ofrece todo lo que se puede esperar de un producto de la marca. Eso implica un precio alto, que no todo el mundo quiere ni puede pagar, pero no por eso debemos negar que se trata de una propuesta atractiva.
¿Qué opinas del iPad mini con pantalla Retina? ¿Lo ves interesante y acorde al espíritu de la compañía, o no te acaba de convencer?