No cabe duda de que los Estados Unidos se tratan de un país muy distinto al nuestro, en el que el peso del sector público resulta mucho menor. Y en el que pueden darse situaciones tan sorprendentes como que el gobierno se vea obligado a cerrar, suspendiendo gran cantidad de sus servicios y mandando a los funcionarios a su casa sin sueldo. En este caso, el Partido Republicano se niega a a aprobar la financiación necesaria como medida de presión para que el presidente dé marcha atrás en su reforma sanitaria. El resultado: muchos proyectos científicos clave están parados por culpa de esta ridícula situación.
Pero la NASA no está dispuesta a permitir que su trabajo se eche a perder. Si no lanzan en las próximas semanas la sonda MAVEN en dirección a Marte, no será posible realizarlo hasta el año 2016, por la situación de los planetas, y deberán replantear la misión. Así que le han dado al proyecto la categoría de emergencia para saltarse el cierre del gobierno. Lo sorprendente es que el aparato debe investigar cómo Marte perdió su atmósfera y ello llevó a la pérdida del agua que un día recorrió la superficie. Un objetivo importante, pero que resulta exagerado considerar como una “emergencia”.
Así que se ha tenido que buscar una excusa: en el planeta rojo ahora mismo hay dos vehículos, el Curiosity y el Opportunity, y la nueva sonda servirá como punto intermedio para las comunicaciones con la Tierra, una utilidad añadida a la principal. Como poner estos aparatos sobre suelo marciano ha supuesto una inversión millonaria, la NASA considera que resulta crítico que no corran ningún riesgo, y ha decidido seguir adelante con el lanzamiento de la MAVEN. La verdad, una historia algo dudosa, pero que esperamos que sirva para evitar retrasar tres años esta interesante investigación.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que la NASA hace lo correcto al saltarse las normas, o piensas que debería adaptarse a la situación, como el resto de ciudadanos?