Ayer dimos la noticia de que Dell se volvía privada, saliendo de bolsa, y obteniendo la libertad que necesita para reestructurarse en plena era post PC, realizando nuevas apuestas. Uno de los temas en los que la compañía ha anunciado que se iba a centrar es en mejorar la atención al cliente. Y hoy se conoce un caso muy curioso, que demuestra que a veces los compradores se encuentran con problemas increíbles. ¿Qué te parecería si un portátil nuevo llegase a tu casa con un olor similar al de la orina de gato? Seguro que no darías crédito, pero esto ha ocurrido realmente.
El modelo afectado se trata del Dell Latitude E6340u, y las quejas empezaron en junio, sugiriéndose inicialmente desde el soporte técnico desmontar y limpiar el teclado. En agosto las reclamaciones aumentaron, así que varios usuarios enviaron sus sistemas para ser analizados. Finalmente, la multinacional del PC ha ofrecido una respuesta oficial:
El olor no es en absoluto orina ni ningún otro tipo de material biológico. Los componentes han sido analizados y hemos confirmado esto al 100%. El olor está causado por un proceso de fabricación que ya hemos modificado.
Una vez está claro que no existe ningún peligro para la salud, Dell va a ofrecer componentes de repuesto para sustituir los afectados, y ha aclarado que los aparatos que ahora se están vendiendo ya no sufren el inconveniente. La verdad, un asunto bastante desagradable, que ha tardado meses en solucionarse. Otras compañías, con un gran servicio postventa, seguro que hubieran resuelto el problema en mucho menos tiempo. En cualquier caso, Dell tiene preparado un interesante catálogo de dispositivos con Windows 8.1, así que esperamos que su futuro mejore en los próximos meses… y que sus productos lleguen a manos de los consumidores con el típico olor a nuevo que tan satisfactorio resulta.
¿Qué opinas del tema? ¿Te parece una vergüenza un caso tan peculiar como este, o crees que representa una simple curiosidad que le podría ocurrir a cualquier empresa del sector?