El videojuego para iOS Oceanhorn se trata de una aventura que se inspira en The Legend of Zelda: The Wind Waker, con buenos gráficos, más de diez horas de duración y una jugabilidad cuidada. Que sea una “imitación” no habla mucho a su favor, pero no le quita ningún mérito respecto al logro que ha obtenido: el título completo cuesta 7,99 euros (es decir, no tenemos que realizar pagos adicionales), un precio bastante elevado y, a pesar de ello, se ha convertido en un éxito de ventas, llegando al número uno de la App Store durante su lanzamiento.
Nuestros compañeros de Applesencia ya lo han destacado: esta aplicación representa un precedente muy positivo. Y es que hace funcionar el modelo de tradicional de los juegos de consola a la perfección en iOS. Precio elevado (si es que ocho euros se pueden considerar mucho), buena duración y calidad gráfica y jugable. Nada de pájaros derribando cerdos, aquí se apela al jugador más tradicional. Y, sobre todo, se evita el pernicioso modelo del free-to-play, que compromete la calidad de la experiencia, provoca que no sepamos cuánto nos va a costar al final el título y engaña a los piensan que lo van a “disfrutar” gratis.
La verdad, creo que se trata de una victoria mucho más grande para los jugones que otros títulos populares, pero polémicos, como Infinity Blade. Ahora sólo queda que Apple empiece promover la creación de demos para que los compradores se animen a gastar el dinero. Aunque considero que sus clientes se encuentran encantados de pagar por aplicaciones de calidad. Como entusiasta de Android, envidio el catálogo de juegos que existe en el iPad y el iPhone, el nuevo soporte de mandos y el trabajo duro de los desarrolladores. En la plataforma del robot verde, ante la negativa de los usuarios a invertir en software, la calidad de los títulos se encuentra muy por debajo, un verdadero problema.
Sinceramente, no me importa que continúen apareciendo alternativas free-to-play, cada consumidor tiene sus intereses. Pero sólo puedo desear que el éxito de Oceanhorn anime a los creadores a optar por modelos de negocio clásicos, y por juegos largos, profundos y satisfactorios. No cabe duda de que el mercado casual resulta grande y apetecible, pero los aficionados más tradicionales ya no jugamos sólo en consolas de sobremesa… siempre y cuando otras plataformas nos ofrezcan productos que se adapten a nuestras preferencias.
¿Qué opinas de Oceanhorn? ¿Te atrae pagar más por un título y disfrutar de la experiencia completa, o prefieres que resulte gratis aunque traiga limitaciones?