Android apuesta claramente por la libertad, y por la capacidad de personalización, con todas sus consecuencias. Sin embargo, iOS y Windows Phone diseñan experiencias de usuario muy refinadas, que no permiten que nadie modifique. Prueba de ello la encontramos en el teclado, ya que Apple y Microsoft han desarrollado buenas alternativas, pero no podemos modificarlas. Sin embargo, en Android disponemos de opciones de terceros, como Swype o SwiftKey, entre muchas posibilidades de lo más variadas. Sin que ello implique que Google no siga trabajando en pulir su propia propuesta, que cada vez raya a un nivel más alto.
Aunque no se puede negar que cambiar el método de introducción de texto llega a volverse peligroso (si la app resulta malintencionada puede robarnos datos importantes), lo cierto es que presenta otras ventajas. Principalmente, adaptarse a nuestra forma de escribir, al vocabulario e idiomas que usemos y a nuestras necesidades específicas. Los teclados que suelen traer por defecto los sistemas operativos táctiles destacan por resultar muy intuitivos y sencillos de utilizar, pero eso implica que no llegan a desplegar su verdadero potencial. Sin embargo, si nos entrenamos en el empleo de un buen teclado y conocemos todos sus secretos, lograremos escribir muchísimo más deprisa.
Y aquí es donde Android marca la diferencia: si el smartphone se trata de nuestra herramienta de trabajo, o necesitamos escribir mucho por cualquier motivo, el aumento en la productividad que representará un teclado adecuado a nuestras preferencias resultará clave. Personalmente, he probado distintos tipos, y creo que los de estilo deslizante pueden volverse extremadamente eficientes una vez conocemos sus trucos y tenemos guardadas las palabras que usamos habitualmente. Pero hay que ir investigando cuál se adapta mejor a cada uno antes de tomar una decisión. Una vez nos acostumbremos, nos daremos cuenta de la cantidad de tiempo que ahorraremos en el móvil.
Todo esto no resulta posible con iOS ni con Windows Phone. Considerando que Apple cada vez tiene una presencia mayor en la empresa, y que Microsoft siempre se ha especializado en ella, veo sorprendente que no hayan resuelto este problema. Quizá no tengan que cambiar radicalmente sus teclados actuales, ni correr el riesgo de permitir que cualquiera desarrolle uno. Con tal de que crearan media docena de alternativas oficiales, basadas en las tendencias más populares (o en sus propias investigaciones), bastaría para atender las necesidades de los usuarios que redactan mucho texto en sus dispositivos.
¿Qué opinas de este asunto? ¿Crees como yo que Android lleva la delantera, o los teclados de sus rivales te parecen más que aceptables?
Imagen | Kārlis Dambrāns