¿Te gustan los postres? A casi todo el mundo le agradan las cosas dulces, pero pueden convertirse en un problema: abusar de ellas conduce a la diabetes (aunque el factor genético resulta también importante). Hay unos 350 millones de personas afectadas por esta enfermedad, que podrían llegar a los 500 millones para 2030. Uno de los inconvenientes de la dolencia se trata de la necesidad de inyectarse periódicamente insulina, que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. Resultaría mucho más cómodo tomar una pastilla, pero estamos ante una proteína que se destruye con los ácidos del estómago, y demasiado grande para que el intestino delgado la absorba.
El Instituto Nacional de Educación Farmacéutica en India ya dio con una solución en 2012, pero los comprimidos diseñados resultaban demasiado caros. Ahora presenta una nueva propuesta, bastante prometedora. La insulina se protege mediante grasas para que pase del estómago intacta, y se mezcla con ácido fólico para permitir que la molécula de gran tamaño pueda dirigirse al torrente sanguíneo. En las pruebas que se han realizado (en animales todavía) variaba la cantidad de compuesto que llegaba a la sangre, pero funcionaba de forma correcta. El efecto de una inyección dura entre seis y ocho horas, mientras que estas pastillas funcionan durante más de dieciocho horas.
El problema es que los ensayos en animales no siempre dan el mismo resultado en personas y, de todas formas, se necesitaría mucho trabajo adicional. Algo que no se sabe si se llevará a cabo, porque los investigadores no tienen claro que vayan a encontrar la financiación necesaria. Considerando lo pervertidos que están ciertos sistemas sanitarios, no resultaría sorprendente que nadie quisiese participar en este avance si no se advierten posibilidades de rentabilidad. Esperemos que, en ese caso, el sector público invierta en un desarrollo que puede facilitar la vida a muchas personas.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que se conseguirán sacar adelante estas pastillas, o que los diabéticos seguirán atados a las inyecciones regulares?