El dispositivo Oculus Rift se trata de unas gafas de realidad virtual, que nos muestran una imagen en 3D con un generoso campo de visión y que se adaptan a los movimientos de nuestra cabeza. Las posibilidades resultan amplias en muchos tipos de juegos, y hay quien opina que representa el futuro de la industria. El proyecto nació en Kickstarter, y pronto empezó a conseguir apoyos de otros socios, al tiempo que se trabajaba en mejorar su funcionamiento. Ya que se han enviado kits para los desarrolladores, pero no se sabe todavía cuándo llegará el producto a los jugones.
Pues bien, hoy se ha dado un importante paso adelante, con una inversión de 75 millones de dólares por parte de Andreessen Horowitz, que ya apoyó a empresas como Facebook, Twitter o Skype. El objetivo está en acercar el proyecto a su fase comercial, algo que todavía no se ha concretado, pero que se verá muy beneficiado por este dinero adicional.
Creemos que Oculus no sólo alterará el panorama del videojuego, sino que redefinirá experiencias como el cine, la educación, la arquitectura o el diseño. Estamos increíblemente emocionados de ayudarles a cambiar el mundo.
De hecho, el concepto levanta tanto interés que una figura histórica del sector del ocio electrónico como John Carmack ha dejado su trabajo para formar parte de esta aventura. Por ahora sabemos que estas gafas no se venderían como periféricos para PlayStation 4 o Xbox One, puesto que se requieren aparatos con capacidad para evolucionar y con especificaciones avanzadas, por lo que las plataformas elegidas son Windows, Linux, OS X y Android (cuyo hardware se espera que mejore a buen ritmo). La verdad, estamos ante un gadget que puede cambiar para siempre la industria del videojuego, por lo que esperamos que logre llegar pronto a las manos de los consumidores.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que la idea posee potencial, o consideras que usar unas gafas para jugar resultará demasiado claustrofóbico y antisocial?
