A día de hoy, el navegador favorito del internauta medio suele tratarse de Google Chrome, que incluso ha generado una plataforma de hardware a su alrededor. Sin embargo, Firefox sigue representando una alternativa más que digna, la primera en enfrentarse a las entonces funestas versiones de Internet Explorer, que monopolizaba el mercado tras deshacerse de Netscape con tácticas dudosas. Mozilla no aspira a sacar rendimiento económico de Firefox, pero necesita recursos para sacar adelante el proyecto y las otras aventuras en las que se ha embarcado. Y parece que va a está dispuesta a poner en prácticas ideas polémicas.
Buena parte de los ingresos de Mozilla provienen de las búsquedas que envía a Google, pero este dinero podría dejar de llegar en cualquier momento. Así que la empresa se plantea vías alternativas para financiarse mediante el concepto de Directory Tiles. Cuando abrimos una nueva pestaña en el navegador, se nos muestran nueve recuadros con páginas visitadas recientemente o con frecuencia. Sin embargo, si acabamos de instalar el programa, el listado sale en blanco, como en la imagen que encabeza este artículo. La idea sería transformar una pantalla que no aporta ningún valor a los usuarios en una puerta a Internet.
Así que se agregarían enlaces a páginas de Mozilla, otras de relevancia en el país del internauta y, por último, contenido esponsorizado. Mozilla adorna mucho la situación, pero en el fondo se trata de incluir publicidad, aunque siempre avisando de su naturaleza. Mientras sea tan poco intrusiva como en este caso, la idea me parece perfecta. Al fin y al cabo, la publicidad nos ofrece servicios tan completos como Gmail, así que no la debemos rechazar si no pone en riesgo nuestra privacidad. Veremos el recibimiento de esta iniciativa, y si Mozilla se conforma con poner anuncios en un sitio tan discreto de su programa.
¿Qué opinas del tema? ¿Apoyas esta decisión, o te parece que Firefox debería seguir libre de publicidad?