No cabe duda de que aún existe machismo en muchas industrias, y la de los juguetes, por desgracia, no es ajena a este problema. Siempre he opinado que ofrecer a los niños juguetes en función de su sexo y no de sus intereses resulta contraproducente, pero las muñecas además pueden llegar a causar complejos respecto a su físico en los más pequeños. Aunque la diseñadora de la Barbie ha defendido el aspecto de su producto y piensa que no tiene efectos perjudiciales en los niños, muchos padres no están de acuerdo. Y ahora contarán con una alternativa.
Ya que Nickolay Lamm, un artista estadounidense, pretende sacar su propia muñeca de proporciones realistas. Para ello ha tomado los datos de las medidas estándar de una joven de su país y ha creado un diseño en base a ellas. Ante la falta de presupuesto, ha abierto una página en la que recurre al crowdfunding. Lleva recaudados unos 15.000 dólares de los 95.000 que necesita, y quedan 30 días de plazo. Con ellos fabricará una muñeca de aspecto sano, con una cantidad razonable de maquillaje y con un cuerpo articulado. Eso sí, no se va a poner énfasis en sus proporciones saludables, sino que la publicidad dirigida a los niños será similar a la de otros productos competidores.
Algunos estudios afirman que la Barbie puede provocar que las niñas se sientan insatisfechas con su cuerpo. Lamm no puede asegurar eso, pero cree que vale la pena presentar una alternativa aunque el porcentaje de afectadas sea pequeño. En cualquier caso, la célebre muñeca de Mattel ha vendido un 13% menos las pasadas Navidades, lo que puede revelar un cambio de mentalidad en los padres. Desde luego, no creo que las muñecas para niñas resulten un modelo idóneo, aunque es cierto que los juguetes destinado a varones también se pueden cuestionar.
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