Hace tiempo se presentó el interesante portátil híbrido ASUS Transformer Book Duet, que destacaba por ser capaz de ejecutar a la vez Windows 8.1 y Android. Luego sonaron rumores de que Google estaba presionando a la marca para que no lanzara el dispositivo, y ayer supimos que Microsoft tampoco lo aprobaba y que no vería la luz. Se descatalogará la actual propuesta con ambos sistemas operativos del fabricante y un portátil de Samsung del estilo tampoco se comercializará. Y lo cierto es que las consecuencias para los consumidores resultan bastante negativas, y demuestran el poder que tienen en la industria Microsoft y Google.
Existen razones que desaconsejan combinar ambos sistemas operativos (Android no tiene mucho sentido en una pantalla de 13 pulgadas) y veo razonable que las dos dueñas de las plataformas quieran protegerse de posibles problemas. Pero lo que debería primar es la libertad de las marcas para experimentar con productos novedosos, y de los compradores para elegir el dispositivo que más se adapte a sus necesidades. A mí me parece innecesario contar con ambas opciones en el mismo aparato, pero puede que existan personas que vean interesante y cómoda la posibilidad. Y la verdad es que tanto Google como Microsoft han dado bastante margen de maniobra en el pasado a sus socios para crear productos innovadores.
En realidad, ambas marcas tienen algo que perder. Google puede ver como este tipo de sistemas duales ayudan a la popularización de Windows 8.1 en pantallas táctiles. Microsoft corre el riesgo de que su software se transforme en un mero acompañamiento, y que los desarrolladores dejen de trabajar en las nuevas aplicaciones Modern UI. Parece que todo el mundo se ve comprometido… y quienes salen perjudicados son los usuarios, que pierden la posibilidad de decidir con sus apoyo si creen que este nuevo concepto debe alcanzar el éxito.
Sin embargo, hace poco supimos del primer smartphone con Windows Phone y Android, y parece que la tendencia va a continuar. Me parece sorprendente que Google no se oponga a esto, aunque tal vez las marcas implicadas piensen recurrir a la versión open source del sistema. En cualquier caso, acabamos de presenciar un ejemplo de que tanto la marca del buscador como Microsoft no se tratan de empresas que busquen el bien de los usuarios. Pretenden alcanzar los máximos beneficios económicos posibles, y no dudan en perjudicar a sus clientes si la estrategia dicta que eso es lo más adecuado.
¿Qué opinas del tema? ¿Comprendes las presiones de ambas multinacionales, o te parecen injerencias inaceptables?
Pues yo no lo veo mal. No veo porque tienen que compartir sistema. Que saquen el mismo modelo pero con diferente sistema operativo y que el usuario elija el que quiera cuando lo compre… Ya tengo bastante con que en España no se venden apenas PCs con Linux por culpa de Microsoft, ahora solo faltaría que me compre un Android y tenga que soportar el tener Windows también instalado…