Llevamos unos días leyendo estudios de lo más curiosos: que si los bebés lloran de noche para evitar que nazcan hermanos, que si las barbas están perdiendo su atractivo… y ahora llega otro que trata sobre la relación entre las posturas a la hora de descansar y la fortaleza de las relaciones de pareja. Puede parecer que resulta importante el espacio en la cama y lo acogedor de la habitación, pero también se vuelve clave la persona que nos acompaña en los momentos de sueño, y la forma de colocarnos revela muchas más cosas de las que imaginamos.
Esto es lo que demuestra un estudio de la Universidad de Hertfordshire, para el que se han entrevistado a 1.000 personas. El 94% de las parejas que mantienen contacto físico mientras duermen se declaran felices, mientras que si no lo hacen sólo un 68% está satisfecho con la relación. Pero la distancia también importa: el 12% de las parejas duermen a una pulgada, y el 86% se considera feliz. Sólo el 2% lo hace a más de 30 pulgadas, y sólo el 66% se encuentra contento. También se ha comprobado que el 42% de las personas duermen de espaldas, el 31% mirando en la misma dirección y sólo el 4% de frente uno al otro.
Otros detalles sorprenden, como que los más creativos prefieren el lado izquierdo de la cama, o que los extrovertidos tienen más tendencia a tocar a su acompañante. Algo interesante para los que, como yo, aman dormir. Al final, los pequeños detalles cuentan, y la manera en la que nos colocamos sobre el colchón junto a nuestra pareja indica más de la fuerza de la relación de lo que podría parecer. Aunque, claro, siempre existen camas sorprendentemente incómodas que pueden cambiar un poco como durmamos.
¿Qué opinas de este tema? ¿Te estás planteando tu relación en base a como descansas, o crees que no se trata de algo en absoluto determinante?
Imagen | mendhak