Las estrellas, que componen la mayoría de nuestra galaxia hasta límites inimaginables y más allá de ella, son objeto visibles gracias a la fusión nuclear de sus átomos, que hacen que su luz llegue hasta los lugares más recónditos del universo. Incluso nosotros vivimos a la luz de una de ellas.
Los Pilares de la Creación es parte de un semillero de estrellas, de solo 4 o 5 años luz, que forma parte de la gran Nebulosa del Águila. Está compuesto por gas y materiales, que gracias a la gravedad en la que se hayan, crea estrellas en el interior de las nubes de gas, y, recién nacidas, son expulsadas para formar parte del gran cielo estrellado del universo.
Aunque hay millones en el universo, un estudio publicado en ArXiv ha determinado las medidas exactas sobre la tasa de natalidad de estrellas, utilizando para ello los datos recogidos en los principales telescopios espaciales: el Subaru, el UK Infrared Telescope y el Very Large Telescope. Estos datos desvelan que, en toda la vida que le queda al universo, solo se formarán un 5% de las estrellas que existen actualmente. Esto quiere decir que la mayoría de estrellas que pueden existir ya pertenecen a la población estelar.
Para determinar el número de nacimientos, los astrónomos buscaban los fotones H-alfa que son emitidos, en el momento de la formación de nuevas estrellas, por los átomos de hidrógeno. Y comparando en distintos edades del Universo, llegaron a la conclusión de que la mayoría de actividad se produjo hace miles de millones de años.
De la inmensa mayoría de estrellas que perdurarán hasta el final, la mitad de ellas nacieron los 5 mil primeros millones de años desde la creación del universo. Durante 9 mil millones de años ha aumentado su número, sin embargo, a un ritmo decreciente.
Esto hace de la cuna de la vida de las estrellas, los semilleros, algo sin duda excepcional. Aunque es algo ventajoso para el ser humano, por que si la tasa fuera igual a la inicial, el nivel de radiación no permitiría la vida en nuestro planeta.
