La verdad es que la tecnología está llegando a nuestra cocina, como la primera tostadora inteligente o todo tipo de utensilios de lo más originales. Es importante ganar en comodidad, pero cocinar más rápido y gastando menos energía resulta clave. Supone ahorrar dinero y evitar explotar los recursos de nuestro planeta de manera irresponsable. Esto es lo que pretende Thomas Povey, un ingeniero de motores de avión que ha trabajado durante tres años con un grupo de estudiantes para mejorar el rendimiento de las actuales cacerolas y sartenes. Y parece que lo ha conseguido
Conocemos por medio de Los Angeles Times su línea Flare, compuesta por una olla de 85 libras, una sartén de 60 libras y un cazo de 65 libras. Son precios elevados, pero estos productos prometen ahorrar hasta un 40% de energía y permitirnos cocinar más deprisa. La idea es que el metal a su alrededor reparte mejor el calor y evita que se pierda, por lo que se trata de un diseño más eficiente. La idea le llego a Povey cuando practicaba montañismo, ya que a grandes altitudes el agua tarda mucho en hervir. Y ha transformado su concepto en una realidad, que se empezará a enviar (por ahora sólo al Reino Unido) a finales del mes de agosto.
La marca Lakeland fabrica estas cacerolas en aluminio, y están basadas en el trabajo de Povey diseñando motores de alta eficiencia. Lo cierto es que el concepto resulta interesante, y puede evitar el consumo innecesario de energía. Aunque se está avanzando en nuevas centrales nucleares más seguras, el tema de la energía sigue siendo de lo más delicado. A veces, un cambio pequeño puede representar una enorme diferencia… ¡no hay más que ver el éxito de la olla a presión! Así que esperemos que esta línea baje de precio y se popularice.
¿Qué opinas de estos productos? ¿Geniales a la par que sencillos, o aún tienen mucho que demostrar?
