Ya hemos visto una tele que cuesta casi tanto como un apartamento, así que la propuesta de hoy no debería sorprendernos tanto. Pero, de todas formas, el producto que presenta LG se encuentra al alcance de muy pocos, sólo de los entusiastas de la tecnología con una cuenta bancaria con muchos ceros. A pesar de todo, se supone que estamos ante un producto “para el gran público”, y no cabe duda de que la tecnología OLED puede sustituir a los veteranos LCD cuando baje (mucho) de precio. En los móviles ya se ha vuelto común (sobre todo en los de Samsung), y LG la quiere popularizar en televisores.
La marca surcoreana ya había lanzado modelos OLED con resolución 1080p, perfectamente válidos para el futura inmediato. Pero cuando se compra un dispositivo de gama alta se suelen esperar prestaciones lo más avanzadas posible, aunque no se les saque partido, y se desea que esté preparado para el futuro. Pues LG va a comercializar, muy pronto en Corea del Sur y poco después en el resto del mundo, el televisor 4K OLED que ya mostró en una feria de tecnología en enero. El modelo de 65 pulgadas costará más de 5.000 euros (suponiendo un cambio de moneda realista), y el de 77 pulgadas valdrá más de 9.000 euros.
Aparte de ofrecer 3.840 x 2.160 píxeles, la pantalla es curvada, y se incluye como sistema operativo weOS. A falta de análisis que lo confirmen, deberíamos dar por hecho que las virtudes de la tecnología OLED estarán presentes: colores muy ricos con negros extremadamente profundos, y un tiempo de refresco excelente. Aunque otras marcas prometen modelos 4K por menos de 500 euros, lo cierto es que la diferencia entre esos productos y el de LG será enorme. Esperemos que los paneles OLED se vuelvan populares con el tiempo, y sus precios bajen de forma rápida.
¿Qué te parece este televisor? ¿Un verdadero sueño, o un capricho que no ves en absoluto necesario?
