¿Y si un día empezaras a pensar que vives en una casa que es un duplicado idéntico de la tuya? Parece el argumento de Los mundos De Coraline (Coraline y la puerta secreta en Hispaonamérica), pero se trata de una enfermedad real. Ya hemos visto que el escaso vocabulario de Hodor en juego de Tronos tiene una explicación, y hoy echaremos un vistazo a la paramnesia reduplicativa. Conocemos este tema gracias a io9, que nos cuenta el caso de una mujer que volvió a su casa preguntando qué sitio era ese. Al decirle que se trataba de su hogar, replicó que en realidad estaba ante una copia exacta. Lo mismo pasaba con cualquier lugar al que se la llevara.
Lo curioso es que las personas que sufren este problema mantienen el raciocinio en cualquier otro ámbito de su vida: reconocen como auténticos a sus seres queridos, y son plenamente conscientes de que lo que aseguran que está pasando no tiene sentido. Pero resulta imposible convencerlas de que se encuentran en un lugar “verdadero”. El síndrome suele desencadenarse tras un traumatismo, y los afectados se sienten en muchas ocasiones desorientados. Algunos médicos creen que se trata de una forma de no asumir que su cerebro ha sido dañado, otros consideran que el problema es puramente orgánico.
Por suerte, la paramnesia reduplicativa se cura con el tiempo, los afectados van comprendiendo que el mundo en el que viven es el auténtico. Parece que parte del problema tiene que ver con una zona del cerebro que genera la sensación de familiaridad: los pacientes recuerdan los sitios que conocen, pero los perciben como nuevos, lo que puede llevar a que los consideren copias. Sin duda, una enfermedad curiosa, aunque no tanto como que los selfies se hayan clasificado como un trastorno mental. Desde luego, debe ser aterrador convivir con alguien que sufra esta dolencia.
¿Qué opinas de esta historia? ¿Te ha dejado alucinado, como a mí, o ya eras consciente de que el cerebro humano siempre sorprende?
