No, lógicamente en el mar no hay peces que cacareen como los gallos, pero sí que resultan igual de molestos. Estos animales ya nos han ofrecido anécdotas, como que tienen más memoria de la que pensábamos, o que algunos son aficionados a morder las partes más delicadas de los hombres. Y ahora sabemos que, si vivimos cerca de la costa, tal vez estas criaturas no nos dejen descansar tranquilos. ¡Los peces sapo buscando novia en el fondo del mar, y nosotros en cama sin poder pegar ojo! La naturaleza es dura, no cabe duda ninguna…
Sabemos gracias a io9 que ciertos peces del género Porichthys atraen a sus hembras compitiendo por ver quien “canta” más alto. Producen un zumbido de baja frecuencia, que se transmite muy fácilmente por paredes, puertas y ventanas, y además se ve potenciado al tratarse de grupos. Así que los vecinos no pueden descansar, y muchas veces achacan el problema a carreteras cercanas o líneas eléctricas, sin sospechar que la causa de sus males se encuentra en un ritual de los peces sapo. Por si fuera poco, estos animales son nocturnos, aunque lo positivo es que este sonido sólo lo hacen durante la época en la que intentan atraer a sus hembras.
Y lo curioso es que este problema se ha detectado en zonas tan lejanas como Estados Unidos o Inglaterra, sin que se haya podido encontrar una solución. Si te parece difícil de creer que esto pase, echa un ojo al vídeo superior. Sorprende un poco lo alto que parece ser el zumbido, y lo desagradable que se hace al oído. No olvidemos que se transmite fácilmente por los objetos sólidos. Algunos pájaros usan sus cantos como apellido familiar… ¡y algunos peces hacen ruidos para sacarnos de quicio!
¿Sorprendido por esta anécdota? ¿Te parece ahora menos atractiva una casa en la playa, o crees que unos buenos tapones para los oídos son la solución?
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