Los premios Ig Nobel se llevan entregando desde el año 1991, y tienen un fuerte componente humorístico. Distinguen a investigaciones que primero nos dibujan una sonrisa y luego nos hacen pensar, a otras que son sencillamente estúpidas, y muchas veces representan una crítica velada a la ciencia de mala calidad. Hemos comentado ya algunos trabajos que podrían haberse situado entre los finalistas, como uno sobre la influencia del pelo de las piernas en el rendimiento de los ciclistas u otro que explica por qué la mozarella es el mejor queso para la pizza.
Pero hoy conocemos, gracias a Microsiervos, la lista oficial del Instituto de Investigaciones Improbables:
– Física: otorgado por medir la fricción entre un zapato y una monda de plátano, y entre una monda de plátano y el suelo. ¡Todo sea por la seguridad!
– Neurociencia: la investigación que lo recibe trataba sobre lo que pasa en el cerebro de una persona cuando cree ver a Jesucristo en una tostada. Aunque eso se puede hacer con una tostadora especial.
– Psicología: por intentar demostrar que aquellos que trasnochan son más narcisistas, manipuladores y psicópatas que quienes madrugan. Habrá que tener cuidado con salir de noche…
– Salud pública: concedido por estudiar si poseer un gato afecta a la salud mental del dueño. ¡Y eso que ya comentamos que los dueños de gatos son más inteligentes que los de los perros!
– Biología: entregado por analizar la forma en que los perros se alinean con la línea norte-sur de la Tierra al hacer sus necesidades. Sin comentarios…
– Arte: por un experimento que comparaba el dolor que causa una descarga en la mano dependiendo de si miramos un cuadro feo o uno bonito. Desde luego, el arte nunca deja de sorprendernos.
– Economía: al Instituto Nacional de Estadística de Italia por su disposición a cumplir con el mandato de la Unión Europea de incluir en la contabilidad nacional negocios ilegales como el tráfico de drogas. ¿Será un primer paso hacia la legalización?
– Medicina: otorgado por un sistema para controlar las hemorragias nasales usando cerdo curado. Me pregunto qué pensarán los vegetarianos del tema…
– Ciencia ártica: por estudiar la reacción de los renos frente a personas disfrazadas de osos polares. ¡Pobres! Ya hemos visto lo mal que lo pasan por la falta de hielo.
– Nutrición: concedido por un estudio sobre la posibilidad de usar heces de bebés para fabricar salchichas fermentadas. La verdad, cosas como esta te abren el apetito.
Estoy seguro que alguno de estos trabajos es muy interesante y tendrá utilidad, pero sus temáticas sorprenden. Eso sí, otros seguro que representan una forma estúpida de malgastar los recursos de la ciencia. Pero está claro que no todos los científicos pueden ser geniales, en todas partes hay gente con ideas “peculiares”. De todas formas, no hemos nombrado a los premiados, no vaya a ser que les dé vergüenza… ¡A mí me la daría en algunos casos!
¿Qué te parecen estos premios? ¿Crees que son una forma cruel de ridiculizar a científicos abnegados, o consideras que representan una crítica necesaria?
Imagen | CIAT
