¿Te imaginas que a un astronauta hombre le preguntaran cómo va a hacer para ver el fútbol en el espacio, si piensa ligar con sus compañeras o si va a echar de menos su coche? Preguntas tan superficiales y estereotipadas resultan impensables… a no ser que se tratara de una mujer. Yelena Serova es una rusa de 38 años que va a ir a la Estación Espacial Internacional (y se podrá tomar un buen café espresso), pero que ha dejado muy claro en una entrevista que no tolerará que se la considere distinta a los demás cosmonautas.
Y es que se le preguntó, como leemos en Daily Mail, respecto a si iba a llevar maquillaje con ella. Irritada, contestó que iba a ser la primera mujer rusa en la ISS, yéndose por las ramas. Lo peor es que le siguieron insistiendo… ¡para saber cómo iba a cuidar su cabello! Así que reaccionó de forma muy lógica:
¡Yo también tengo una pregunta para ti! ¿Por qué no le preguntas a [mi compañero hombre] Alexander por su pelo?. Esta es mi respuesta, lo siento.
Por si fuera poco, la prensa también quiso conocer si iba a echar de menos hijos. No se trata de algo fuera de lugar, pero sus compañeros hombres también tenían hijos, y los periodistas no se interesaron en ningún momento por ellos.
Serova, que es ingeniera y economista, recibió un duro entrenamiento para ser… ¡la cuarta mujer rusa en el espacio! Y eso que la primera fue Valentina Tereshkova en 1963. Es normal que se enfadara por preguntas tan incorrectas. Ya hemos visto que incluso en la ciencia el nivel de machismo sigue manteniéndose alto, así que las mujeres deben seguir el ejemplo de esta astronauta y no quedarse calladas ante una situación discriminatoria.
¿Qué opinas del tema? ¿Crees que las preguntas eran inocentes, o te parecen inaceptables en el contexto de un evento de este tipo?