El autismo se trata de un gran problema que preocupa mucho a la sociedad. Ya hemos visto que las vacunas no están relacionadas con él de ninguna forma, y hace un tiempo leímos que es posible que los pesticidas agrícolas provoquen autismo. Al parecer, los síntomas de esta enfermedad se atenúan en caso de fiebre, pero vuelven cuando las temperaturas se normalizan. Y ahora un grupo de científicos ha conseguido replicar esos efectos gracias a una sustancia que se encuentra en los brotes de brócoli. ¡Está claro que se pueden encontrar medicamentos en los lugares más inesperados!
En este caso se trata de un precursor del sulforafano, que tienen efectos sobre el nivel de estrés oxidativo de las células. Gracias a IFLScience conocemos el trabajo de unos investigadores de la Escuela Universitaria de Medicina Johnd Hopkins y del Hospital Infantil General de Massachusetts. El estudio se realizó entre 26 varones de 13 a 27 años con un autismo desde moderado a severo, y se les dio una dosis de sulforafano dependiente de su peso. El 46% de los participantes mejoraron sus habilidades sociales, el 54% vio reducidos comportamientos inadecuados (como movimientos repetitivos) y el 42% avanzó en temas comunicación verbal. Sin duda, resultados de lo más prometedores.
De todas formas, unas semanas tras el fin del experimento los efectos beneficiosos pararon. Pero se trata de una interesante investigación, que puede dar pie al desarrollo de nuevos medicamentos. Aunque nuestro blog hermano Placer al plato nos ha mostrado geniales platos con brócoli, no parece aconsejable dar a tu hijo con autismo brotes de este vegetal en cantidades enormes. En el estudio no se ha comprobado que la mejora ocurra con todos los afectados, y la cantidad de sulforafano necesaria para lograr algún efecto es demasiado elevada para que sirva con ingerirlo a través de estas verduras. ¡Aunque son muy sanas, eso desde luego!
¿Qué opinas de este tema? ¿Ves cercana una cura para el autismo, o crees que se trata de una enfermedad demasiado compleja, que apenas empezamos a entender?
Imagen | Boca Dorada